"Hay que encajar los problemas como retos, no como castigos"

Se busca inteligencia emocional. Colegios, empresas y hospitales madrileños acuden a asesores para que enseñen a sus empleados a aceptarse a sí mismos, superar los conflictos y a relacionarse con los demás.
Antonio Galindo (foto: Sergio González). 

BIO Tiene 40 años, es asesor emocional y ha escrito Kit básico de supervivencia emocional. Le apasiona la ópera.

¿Qué es la inteligencia emocional?
Tener autoconciencia de lo que me pasa emocionalmente y autocontrol sobre ese sentimiento. Esto aplicado a los demás se llama empatía y permite mantener relaciones eficaces.

¿Puede adquirirse?

Sí, hay personas que nacen comunicativas y sensibles, pero el resto puede aprender a serlo. Nuestros cursos están llenos de adultos.

¿Qué tipo de adultos?

Tienen entre 30 y 45 años,  una edad muy crítica en el amor, el trabajo y la consolidación social. Hay más mujeres que hombres, y sus principales problemas son laborales y de pareja.

¿La inteligencia racional va unida a la emocional?

No suele ir acompañada. El coeficiente intelectual no es predictor del éxito.

¿Cuál es más importante para ser feliz?

La emocional. Además, es la única que se puede adquirir.

¿Las empresas necesitan asesores emocionales?

Sí, nos llaman muchas multinacionales. Nos piden programas antiestrés o de prevención de la ansiedad. Nos metemos en sus reuniones y sacamos a flote el mal rollo para que desaparezca.

¿Es muy caro?

Un curso de ocho horas cuesta 120 euros por trabajador.

¿Trabajan para particulares?

Sí, y con hospitales y centros educativos de la región.

¿Descríbame a un superdotado emocionalmente?

Es una persona que sabe en cada instante lo que siente,  encaja los problemas como retos, no como castigos y está orientado a su objetivo. Además, sabe expresar sus deseos, se involucra socialmente, trabaja en grupo y sabe ver qué necesita el otro.

Suele estar en calma y equilibrio, conoce sus defectos y virtudes y se da tiempo para conseguir lo que quiere.

¿Son los madrileños inteligentes emocionalmente?

En las grandes urbes somos analfabetos emocionalmente, y no es un insulto. Perdemos la sensibilidad, nos dejamos llevar por la inercia del trabajo de lunes a viernes, por el follón del tráfico y del Metro. Y olvidamos lo que de  verdad queremos y necesitamos.

Más información en esta página web sobre asesores emocionales

Mostrar comentarios

Códigos Descuento