La Audiencia de Cantabria impondrá seis meses de prisión y una multa de 1.800 euros a L.T.B, acusado de una quema de maleza que se extendió a otras fincas, al entender que este ganadero cometió una imprudencia grave al no adoptar las suficientes medidas de seguridad para evitar que el fuego se propagara.

Así lo ha admitido él mismo ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, ante la que este lunes iba a comparecer en un juicio que finalmente no se ha celebrado al llegarse a un acuerdo entre las partes tras reconocer el acusado los hechos.

Además, la sentencia que se dicte establece que tendrá que indemnizar al Gobierno de Cantabria con un total de 944 euros por los daños ambientales producidos y los gastos de extinción del incendio.

Los hechos sucedieron en marzo de 2008, cuando el ganadero inició en su finca de Bores (Vega de Liébana) los trabajos de limpieza de maleza para ganar terreno para el pasto. L.T.B. obtuvo la autorización del 112 para realizar las quemas de maleza.

Pero las llamas se descontrolaron y finalmente el fuego afectó a aproximadamente una hectárea (0,8 desarboladas y 0,2 arboladas), de varias fincas vecinas, provocando daños ambientales y gastos de extinción por valor de 2.484 euros, a los que habría que sumar los 5.445 del coste de regeneración de esta superficie.

Inicialmente, el Ministerio Fiscal pedía para este ganadero 18 meses de prisión y una indemnización al Gobierno de Cantabria de 2.484 euros, por un delito de incendio forestal intencionado, calificación que finalmente ha sido rebajada al de delito forestal por imprudencia grave.

Por su parte, la defensa solicitaba en un principio la libre absolución del acusado tras achacar la propagación del incendio a que se levantó un viento que no había inicialmente, alegando que tanto el acusado como su hermano intentaron sofocar las llamas, mientras que la acusación particular, ejercida por el Gobierno de Cantabria, aseguraba que el procesado abandonó el lugar.