Cantabria, que cuenta con más de 10.000 licencias de golf, lo que hace de la comunidad la de mayor ratio por habitante, tiene "óptimas características", ecológicas y climáticas, para la práctica de este deporte y su "devenir" en factor de desarrollo socioeconómico.

Así lo ha afirmado la directora de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC), Elena Marín, durante la inauguración del seminario 'La industria del golf: una oportunidad de desarrollo socioeconómico para Cantabria'.

Los directores del curso, Nemesio Ochoa, director del Circuito Montañés de Golf y de la feria Green Cantabria, y Manuel Garrido, uno de los artífices de la Fundación Ramón Sota Golf, persiguen que éste sirva para "ver las oportunidades de esta industria, que comenzó siendo un deporte y que en algunas regiones de nuestro país y en muchas partes del mundo mueve una cantidad de empleos muy importante y un volumen de negocio realmente increíble".

Ochoa confía en que el monográfico sirva para que "esta actividad se pueda ver con otros ojos". En este sentido, Garrido ha mostrado su satisfacción "por traer estas ideas a la universidad, porque es desde la formación universitaria desde donde creemos que se puede dar el verdadero cambio de gestión del deporte de golf como una industria".

Al respecto, el experto considera que el golf "no está bien gestionado", por lo que deben realizarse "determinados cambios" para que este deporte sea "verdaderamente una herramienta de desarrollo socioeconómico".

Así, ha asegurado que desde el punto de vista de la creación de empleos, el golf es "una gran oportunidad" pues si una explotación ganadera de cien hectáreas puede crear, como máximo, quince empleos, la misma superficie ligada a un campo de golf implica alrededor de 45. Con todo, ha aclarado que no se trata de "sustituir unos por otros", sino de aprovechar el "espacio de tierra improductivo" que existe en la región.