Los abuelos dicen basta al "chantaje emocional" y a ser la solución para todo. La Federación de Asociaciones de Gente Mayor de Cataluña (Fatec) ha hecho público un manifiesto donde reclama que no se puede exigir a los abuelos que se ocupen de los nietos, aunque muchos lo puedan hacer de buen grado.

No se trata sólo de los hijos. "La Administración pública y el colectivo educativo no pueden adelantar la salida de clase y pretender que sean los abuelos quienes cuiden a los críos sin el menor asomo de compensación", denunció este jueves a 20 minutos el presidente de la Fatec, Mario Cugat. A su entender, quizás no aumentará el número de abuelos que cuidan de los nietos, pero sí obligará a los que ya hacen de canguros a hacerse cargo durante más tiempo. Por eso es por lo que ha enviado una carta a la consejera de Enseñanza en la que le recuerda que la gente mayor tiene derecho a disfrutar "de una vida jubilada con libertad para usar el tiempo a su gusto".

Para Cugat, hay tres tipos de abuelos: aquellos que se hacen cargo de los nietos porque así están ocupados, aquellos que lo hacen para ayudar a los hijos con recursos limitados, y aquellos que sufren "chantaje emocional" y aceptan por miedo a ser malos padres y malos abuelos si se oponen. "Conozco muchos casos de parejas con capacidad económica y que aunque pueden pagar un canguro, recurren a los abuelos porque es la opción más barata", se lamentó.

Remei, tiene cuatro nietos: "Siempre he puesto el punto sobre las íes". Siempre que han querido, Remei y su marido han ayudado a sus hijos a cuidar de los nietos, pero sin dejar que abusen de ellos como lo han hecho los hijos de algunos amigos, que no han sabido decir 'no'.

Mercè, es abuela de un niño: "Los abuelos que lo hacen es porque pueden hacerlo". Este agosto ha cuidado de su nieto de dos años y medio y está contenta de poder haberlo hecho. "Me lo comería", dice riendo. Asegura que los abuelos que cuidan a sus nietos, lo hacen porque pueden.

Cristina, tiene tres nietos: "A veces, hay hijos que abusan un poco". Cree que algunas parejas abusan de sus padres. Pese a ello, no dudó en irse a vivir a casa de su hija para ayudarla durante tres años a cuidar de su nieta de dos años y de los gemelos acabados de nacer.

Isidre, es abuelo de tres niños: "Lo hacemos para que no coman en la escuela". Él y su mujer querían y podían ayudar a sus hijos. Cada día comen con dos de sus nietas y se ocupan de ellas cuando salen del colegio. En verano, se los llevan de excursión.