Uno de cada cinco centros escolares vascos suspende en la calidad dietética de los menús que ofrecen a sus alumnos, aunque once de los 32 colegios analizados en las tres provincias vascas logran una calificación de 'bien' y el resto "se queda en el aprobado", según un estudio de la revista Consumer.

La publicación ha analizado, durante dos semanas, los menús diarios de 209 centros educativos en 19 provincias del país, entre ellos 32 de las tres provincias vascas y ha establecido que los menús estudiados en Álava cumplen con los requisitos dietéticos mínimos.

El precio medio diario de los menús estudiados en Euskadi se sitúa en la media, que llega a los 5,2 euros y es similar a los centros escolares analizados en el conjunto del informe.

Según ha indicado la revista en un comunicado, se estima que cerca de dos millones de alumnos del Estado realiza durante los cinco días de la semana la comida principal en su centro de enseñanza. Para los responsables de la publicación, la calidad dietética de los menús que las escuelas ofrecen a los alumnos "ha empeorado desde la última evaluación de menús escolares realizada hace tres años por Eroski Consumer.

En función del informe, casi uno de cada tres menús ofrecidos presenta "carencias dietéticas" y hay un 10 por ciento más de colegios respecto a 2008 que no ofrecen verdura al menos una vez por semana, casi se cuadruplican los que abusan de los precocinados (de 5% en 2008 a 20% en 2011), y son un 10 por ciento más los que "abusan" de los dulces por ofertarlos dos o más veces por semana.

Sin embargo, según han indicado, "este empeoramiento de la calidad dietética de los menús escolares no ha afectado a su precio medio, que sigue rondando los 5 euros".

Un 62 por ciento de los 209 centros educativos analizados son de titularidad pública, un 36 por ciento concertados y tan sólo un 2 por ciento privados. Además, la mayoría de los centros incluidos en el informe imparten estudios de Educación Infantil y Primaria, y dos de cada cinco también Secundaria.

En las tres provincias vascas, 32 centros (23 de titularidad concertada, 7 públicos y dos privados) remitieron los datos requeridos: dos menús semanales que incluían primer plato, segundo y postre.

Álava (con su 'aceptable-bien') es, junto a Navarra, Barcelona y Madrid, una de las provincias en la que no suspenden ninguno de los menús analizados, gracias especialmente a que todas las comidas cumplen los requisitos dietéticos básicos de frecuencia de consumo de verduras, legumbres, pescados y fruta.

"a cierta distancia"

Los menús alaveses se mantienen "a cierta distancia" de las comidas analizadas en Gipuzkoa y Bizkaia, que se mueven entre el 'regular' y el 'aceptable'. Aunque cada provincia tienen sus "deficiencias", las dos coinciden en ofrecer yogures y otros alimentos lácteos (como por ejemplo las natillas) con mayor asiduidad que la fruta fresca, cuando ésta debe ser "el principal alimento de elección".

Ninguno de los centros analizados logra una nota de 'muy bien', pero 11 se valoraron con un 'bien'. Lo más negativo es que seis de ellos suspenden con un 'regular' o un 'mal' y el resto "se quedan en un mediocre 'aceptable'", porque en seis "se abusa de productos como San Jacobos, empanadillas, croquetas o hamburguesas, cuatro incluyen demasiados dulces, dos no ofrecen verdura ni pescado con la frecuencia exigida, y en otro se olvidan de las legumbres.

El precio medio (5,2 euros por día) de los centros vascos analizados apenas supera la media del estudio, 5,1 euros por jornada. En el estudio realizado en 2008 la situación era diferente: el precio medio diario de los centros vascos (4,6 euros) era inferior a la media (entonces, 4,9 euros). Sin embargo, en tres años esa cantidad ha aumentado un 13 por ciento. En uno de cada dos centros vascos analizados se ofrecen descuentos y subvenciones a las familias.

Por otra parte, todos los centros estudiados en territorio vasco se preocupan por atender las necesidades especiales de todos sus alumnos en cuestiones de alimentación. De este modo, los 32 adecuan sus menús a aquellos niños con problemas de colesterol, alergias, diabéticos, celíacos, obesidad o pequeños que tienen prohibidos ciertos productos por sus convicciones religiosas o culturales (vegetarianos). Además, mensualmente o trimestralmente facilitan los menús a los padres de los alumnos por escrito tal y como exige la normativa vigente.