«El 11 de septiembre de 2001, a las 8.46 de la mañana, estaba frente a la ventana de un apartamento de la duodécima planta del número 11 de Courtland Street, a dos manzanas del World Trade Center, cuando, de repente, se acabó el siglo XX».

Quien así habla es Francesc Torres (Barcelona, 1948). Como tantos miles de personas, este fotógrafo catalán fue testigo directo del atentado contra las Torres Gemelas. El destino ha querido que, ocho años después del desastre, se le concediese permiso para acceder al Hangar 17 del aeropuerto JFK de Nueva York, una inmensa nave donde se guardan los restos de aquel fatídico día a partir del cual el mundo no volvió a ser el mismo.

Un total de 24.000 metros cuadrados han albergado durante estos diez años más de 1.500 objetos, todos ellos muy malogrados, con el objetivo de que arquitectos e ingenieros pudieran documentar la historia del 11 de septiembre. Muchos de ellos se exhibirán en el National September 11 Memorial Museum, y otros se han repartido ya por varios museos de todo el mundo en recuerdo del 11-S.

Por su parte y coincidiendo con el décimo aniversario del ataque terrorista, el Centre de Cultura Contemporànea de Barcelona (CCCB) acogerá hasta el próximo 3 de noviembre la exposición Memoria Fragmentada. 11-S NY. Artefactos en el Hangar 17, que reúne el excepcional trabajo de Torres —habitualmente este hangar está cerrado a cualquier tipo de visitante— transmitiendo al espectador una experiencia visual y emocional que vuelve a estremecernos casi con la misma intensidad que cuando ocurrió el desastre.

La exposición, además, se presentará simultáneamente en las tres grandes ciudades occidentales que han sufrido el terrorismo islámico: Nueva York, Londres y Madrid (CentroCentro. Palacio de Cibeles).

MEMORIA FRAGMENTADA... CCCB (Barcelona) / Desde el 9 de septiembre / cccb.org