La Policía Foral ha interpuesto 109 denuncias a conductores durante los dispositivos de vigilancia organizados entre el 28 y el 31 de agosto con motivo de la operación retorno de vacaciones.

Todas las sanciones, 15 menos que en 2010, son por exceso de velocidad, salvo una que es por alcoholemia positiva. A diferencia del año pasado, cuando tres conductores quedaron imputados por delitos contra la seguridad vial, en esta ocasión todas estas actuaciones han sido trámites administrativos.

En el dispositivo, ha informado el Gobierno navarro en un comunicado, han participado agentes de la división de Tráfico y Seguridad Vial de las comisarías de Pamplona y Tudela. En total, han controlado 8.036 vehículos, 7.817 por medio de radar y 219 para realizar pruebas de alcoholemia.

El objetivo de este tipo de controles policiales es detectar infracciones para tratar de prevenir y reducir los accidentes de tráfico, además de facilitar el tránsito de vehículos en unas fechas en las que las principales vías registran un considerable aumento de la densidad de circulación.

En cualquier caso, este año los desplazamientos de finales de agosto se han desarrollado sin incidencias importantes. La circulación ha sido fluida en autovías, autopistas y principales redes nacionales. En Navarra, la Policía Foral ha atendido un total de 29 accidentes con resultado de siete personas heridas de diversa consideración.