Los grupos parlamentarios de PP y PSdeG han coincidido este viernes en que no es necesario convocar un referéndum sobre la reforma de la Constitución Española. El socialista Abel Losada ha esgrimido la "urgencia" de la medida para rechazar la posibilidad de que los ciudadanos opinen, mientras que el popular Román Rodríguez ha apelado a que los cambios son "de carácter técnico".

En primer término, el portavoz del PSOE en la Cámara gallega ha cuestionado la "procedencia" de convocar un referéndum debido a la "urgencia" de "mandar un mensaje no sólo a los mercados sino a los socios de la UE" para que "la refinanciación de la deuda suponga un menor coste". Así, ha depositado el procedimiento en "quien tiene la responsabilidad política".

Además, en rueda de prensa, Abel Losada ha opinado que es "razonable" acometer la reforma de la Carta Magna en base a un acuerdo "entre los dos grandes partidos".

Por su parte, en una comparecencia ante los medios posterior, el viceportavoz del Grupo Parlamentario Popular ha defendido que "una reforma de carácter técnico" hace que no sea "necesaria" la consulta popular.

De hecho, ha explicitado que "los propios constituyentes" dejaron establecidos dos procedimientos para la reforma constitucional, en función de si atañe a "cuestiones, entre comillas, menores" o de que se refieran a "cuestiones que tienen que ver con los derechos básicos de los ciudadanos". "En este caso, queramos o no, es una cuestión más técnica", ha insistido, para señalar que se desarrollará en una ley orgánica que ha confiado se redacte también "por consenso".

Así las cosas, y teniendo en cuenta que la propia Constitución "fija un procedimiento de reforma" para el que no es necesario el referéndum, a su juicio, plantear su convocatoria "no tendría mucho sentido".

Para el psdeG

Es "buena idea"

En cuanto a las voces críticas en el Grupo Socialista en el Congreso, debido a que los diputados no conocieron las intenciones de reforma del presidente Zapatero hasta su anuncio en la Cámara baja, Losada ha asegurado desconocer "con detalle" cómo se han desarrollado los hechos.

En todo caso, ha expresado su confianza en que "si las cosas se hablan de manera natural y razonable", el grupo socialista "entenderá" una medida "acertada" encaminada a reducir el coste de la deuda para tener "más fondos" disponibles para "preservar los servicios públicos".

De esta forma, el socialista vigués ha rechazado que suponga un recorte de gasto social al tratarse únicamente de una medida económica. "La política está en a qué se dedican los fondos que quedan a disposición", ha puntualizado.

A mayores, ha considerado "una buena idea" no incluir la cifra de techo de gasto en la Carta Magna, sino únicamente el "compromiso de limitación", así como que sea posible introducir "elementos anticíclicos".

"Ponerlo en la Constitución es un paso en la línea adecuada", ha concluido, convencido de que muchos otros países de la Unión Europea seguirán este camino iniciado por Alemania.

"en línea con lo que hace galicia"

Por su parte, el viceportavoz del PP en el Pazo do Hórreo ha destacado que la reforma es "un hecho significativo" al tiempo que censurado las "contradicciones" de los socialistas. En este sentido, ha recordado las "críticas" del principal partido de la oposición en Galicia cuando ésta se convirtió "en la primera comunidad" en fijar por ley un tope de gasto.

Así, ha señalado que la reforma constitucional va "en línea con lo que hace la Xunta" y ha incidido en que si el resto de las autonomías y el Estado cumpliesen el pacto de estabilidad presupuestaria "no habría tantos problemas en el ámbito de la gestión pública".

Sin salir de las "contradicciones" socialistas, ha recordado también Román Rodríguez que, hace un año, el ahora candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, "se reía y se mofaba" de esta propuesta del PP que "ahora hay que impulsar para salvar los muebles". "Si se hubiera hecho hace un año, posiblemente tampoco hubiéramos llegado a esta situación", ha sostenido.

Y es que, bajo su punto de vista, la reforma constitucional "certifica el fracaso de la política socialista", por ser "irresponsable y cuasi insolvente"; de modo que la ha erigido como "el referente de una necesaria nueva cultura política" que sea "responsable" y "no hipoteque a las generaciones futuras gastando más de lo que se ingresa".

"El socialista es un modelo político en absoluto declive, porque vemos a qué situación nos llevó. Ahora toca otra política, de rigor y solvencia", ha sentenciado el parlamentario popular.