Con los rebeldes libios tratando de acabar con el régimen del coronel Muamar Gadafi, temerosos de que el dictador corte le suministro de agua a Trípoli, corresponsales extranjeros han encontrado evidencias de ejecuciones masivas en la capital por parte de ambos bandos.

Más de 200 cadáveres, algunos en estado de descomposición, se han encuentrado este viernes abandonados en un hospital que ya no opera en un barrio al sur de Trípoli donde se registraron fuertes combates, informa la BBC.  Un reportero de la cadena pública británica aseguró que hay cuerpos de hombres, mujeres y niños en camas y pasillos del hospital de Abu Salim que fue abandonado hace días por médicos y enfermeras, al recrudecerse los combates en el área.

Algunos residentes del barrio aseguraron a la BBC que algunos fueron asesinados por fuerzas leales al coronel Muamar el Gadafi.

Un reportero de la agencia Reuters encontró el jueves más de 30 cuerpos en un campamento militar en el centro de Trípoli. Se cree que son leales a Gadafi que han sido ejecutados ya que al menos dos de ellos estaban esposados. Algunos de los muertos llevan uniforme militar y son subsaharianos. Gadafi ha reclutado mercenarios en los países vecinos.

La cadena catarí Al Yazira contó el jueves al menos 15 cuerpos en un hospital. Se cree que fueron ejecutados por las tropas leales a Gadafi cuando los rebeldes estaban acercándose a Tripolí. El corresponsal James Bays ha asegurado que el olor es "sobrecogedor" y sus informaciones apuntan a que eran activistas políticos arrestados días antes.

El portavoz de la ONU Rupert Colville calificó que las alegaciones a ejecuciones sumarias son alarmantes. “Es difícil confirmar nada en este momento, pero estos incidentes serán investigados”, ha explicado para asegurar luego que están presionando a los comandantes de campo para asegurarse que “no se cometan ni crímenes ni actos de venganza”.

Usama al Hadi Mansur, 36 años, está en el hospital. Antes estaba en la cárcel de Gharour, cercana al complejo presidencial de Gadafi, en una celda con otros 23 reclusos. Cuando los rebeldes entraron en la capital, los guardas ordenaron a los internos a tumbarse en el suelo. Abrieron fuego sobre ellos. Mansur sobrevivió. “Alá me dio la oportunidad de vivir”.