En un encuentro con periodistas parlamentarios en Salobre (Albacete), su localidad natal, Bono ha defendido la celebración de la jornada Mundial de la Juventud en Madrid pues considera que recibir un millón de jóvenes de 190 países es "un aluvión de vida" y un evento "muy satisfactorio" para cualquier país. "Es casi una bendición, en sentido laico", ha bromeado.

En este sentido, destaca los beneficios de la visita de Benedicto XVI para la publicidad de España frente a las críticas sobre asuntos puntuales, en las que puede ver "elementos razonables". "Frente a las críticas, prefiero ver lo positivo, la imagen de un país de acogida y de una Madrid hospitalaria", ha destacado.

Respeta las críticas, aunque no las comparta, pero también se lamenta de que haya gente que sólo critique a la Iglesia católica. "No soy fundamentalista —dice—, pero no veo razonable que seamos más críticos con la Iglesias que con el Islam".

En la recepción y en la despedida

Bono participará como presidente del Congreso en el acto de bienvenida al Pontícife y, a petición del Gobierno, será el máxime representante institucional de España, junto con la Familia Real, en su despedida.

Su deseo es que el Papa tenga una "buena estancia" en España y que cumpla con su objetivo pastoral. Ello no significa que comparta las opiniones de la jerarquía eclesiástica sobre asuntos como el matrimonio homosexual, que él defiende.