El Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid ha ordenado el ingreso en prisión de la presunta autora de la muerte de los tres menores hallados sin vida el lunes en un centro para niños discapacitados situado en Boecillo (Valladolid), según fuentes del caso.

La juez ha adoptado esta decisión tras tomar declaración a la cuidadora,  G.L.B, durante más de media hora en el módulo de Vigilancia Penitenciaria del Hospital Clínico Universitario de la capital vallisoletana, donde permanece bajo custodia policial recuperándose de las lesiones que se autoinfligió en las muñecas y el cuello con un cutter. En concreto, la juez ha decretado para ella prisión sin fianza y comunicada.

Los menores, de 3, 9 y 14 años, eran los únicos niños que estaban acogidos en el centro; por eso, las ocho trabajadoras de Mensajeros de la Paz encargadas de su cuidado les consideraban "como sus hijos".

La mujer que ha sido enviada a la cárcel y que se ocupaba de ellos por las noches tiene 55 años y ha declarado tanto a la Guardia Civil, en primera instancia, como a la juez no recordar nada de lo sucedido. Su único propósito, dijo, fue el de quitarse la vida, según fuentes de la investigación.

Las demás cuidadoras están "destrozadas", según ha explicado Vicente Álvarez, director general de Mensajeros de la Paz, a 20minutos.es, y se tomarán unos días de descanso antes de volver a la rutina para superar el "trauma grande" que han sufrido. Pasaban con ellos todo el día, se encargaban de su alimentación y educación: el "componente emocional" era, en este caso, muy fuerte.

Un centenar de personas se han reunido este martes en la Plaza Mayor del municipio en homenaje a las víctimas y han guardado unos minutos de silencio después de que el Ayuntamiento decretara tres días de luto. "La gente está muy afectada", explica Álvarez, "y nosotros intentamos seguir adelante para continuar ayudando a la gente que lo necesita".

En la ONG consideran lo ocurrido como un "suceso aislado"; por supuesto, nada les hizo suponer que tal tragedia podría ocurrir. La cuidadora no mostró nunca síntomas de depresión ni de otras enfermedades mentales, aunque las mismas fuentes de la investigación, citadas por Europa Press, aseguran que el marido ha revelado que la cuidadora ya protagonizó hace un par de años en Ávila otro episodio con autolesiones.

La organización, no obstante, considera simples "conjeturas" las que tras el suceso afloran desde varios frentes y resaltan que si hubieran apreciado alguna conducta extraña, "con ella y con cualquier otro trabajador", le habrían apartado de los niños inmediatamente.

Psiquiatras como el vallisoletano Blas Bombín apuntan a un posible caso de 'síndrome del quemado' o síndrome de Burnout al que se encuentran expuestas las personas que desempeñan determinadas tareas. Otras hipótesis hablan de triple homicidio compasivo.

"A nosotros nadie nos informa", añade Álvarez, aludiendo al secreto de sumario decretado por el juez. Comprenden que las investigaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad quieran permanecer alejadas lo máximo posible de la "contaminación" y explican que han sabido hasta ahora del estado de la monitora por lo que se ha publicado "en la prensa".

Por el momento, no hay fecha de reapertura del centro, ya que la Guardia Civil sigue recopilando información. "Esperamos que sea en breve", dice Álvarez, "porque es un centro necesario y hay niños que necesitan atención especializada". Mensajeros de la Paz se ocupa del cuidado de los menores, pero no de su tutela, que depende de la Administración.