
El tamaño de los hogares españoles se reduce año tras año. Si en 1970 el número medio de miembros era de 3,8 personas, ahora desciende hasta 2,9. Es más, casi la mitad de los españoles vive en un hogar compuesto por una, dos o tres personas, mientras que no llegan al 10% los que tienen cinco o más miembros.
Más hogares
No es de extrañar entonces que en la última década el número de hogares haya aumentado un 20%, mientras que la población sólo lo ha hecho en un cinco. Entre los que más han crecido, los unipersonales (un 82%). «A los solteros que quieren vivir solos hay que sumar las personas divorciadas que empiezan una nueva vida y los mayores que se quedan viudos», afirma Juan Miguel Taboada, profesor de Sociología de la UNED.
Menos de 60 m2
Esta evolución, unida al encarecimiento de las casas, repercute en la construcción de vivienda: casi la mitad de los pisos ofertados en las promociones tienen menos de 60 metros cuadrados, una tipología de vivienda que ha aumentado un 45,4% en la última década, según datos de Caixa Catalunya. Mientras, la construcción de pisos entre 61 y 105 metros ha crecido sólo un 11% en el mismo periodo.
El piso piloto del sector inmobiliario español actual tiene 50 metros cuadrados, un dormitorio y está pensado principalmente para jóvenes solteros menores de 35 años, el comprador más habitual, según Tecnocasa.
No hay que olvidar a las parejas sin hijos, que han aumentado un 22%, lo mismo que los matrimonios con hijos independientes. A la vista de estos datos, parece que ya sólo podremos ver familias numerosas en las series de televisión o en la pelis de Cine de barrio.
Pisos más caros y más pequeños
Precios altos: Los precios también tienen mucho que ver en la tendencia a edificar casas más pequeñas. Según datos de CC OO, el precio medio se ha multiplicado por cinco desde 1987 hasta situarse en 1.887,6 euros por metro cuadrado, mientras que los salarios sólo se han duplicado en este mismo periodo de tiempo.
Menos habitaciones: La reducción sufrida por las viviendas también repercute en las estancias del hogar. Atrás quedaron los salones enormes, las cocinas con office y los dormitorios con vestidor. Otras, como el despacho, el comedor independiente o el cuarto de invitados simplemente han desaparecido de las nueva viviendas.
Imaginación al poder: La falta de metros en estudios y apartamentos hace que cada vez se apueste con más fuerza por los espacios diáfanos y versátiles y las habitaciones convertibles, a las que se puede dar varios usos.
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