El presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella, ha llamado este sábado a los participantes en el Congreso Mundial de Universidades Católicas a "promover la familia y a provocar también que los diferentes países, las políticas de los países, defiendan la familia porque es la célula fundamental de la sociedad".

"Donde no hay familia, no hay posibilidad de que se desarrolle la sociedad, porque no hay una responsabilidad social", ha manifestado en la segunda jornada del congreso, en una conferencia titulada "La Universidad y la Nueva Evangelización".

"El fin último de la universidad -añadió- en su contribución a la sociedad contemporánea no es otro que producir verdadera ciencia; es decir, formar jóvenes que tengan el deseo perenne de tender hacia la sabiduría como expresión culminante del verdadero conocimiento y de la responsabilidad por su participación a todos".

La segunda jornada del congreso acogió una mesa redonda titulada 'Coaching. El acompañamiento personal en la Universidad Católica', presidida por la profesora María Consolación Isart, de la Universidad Católica de Valencia San Vivente Mártir.

Entre los participantes, monseñor Guy-Réal Thivierge, secretario general de la FIUC (Federación Internacional de Universidades Católicas), dijo que cuando las universidades forman profesionales "no han acabado la misión totalmente".

"Nuestra misión -añadió- va mucho más allá de la formación de profesionales, tenemos que formar a hombres y mujeres responsables, comprometidos al servicio de su sociedad y de su humanidad, ese es el sentido de la Universidad Católica, una universidad arraigada en su medio y en el mundo".

Por su parte, Pedro Morandé, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, centró su ponencia en la necesidad de respetar y trabajar con los estudiantes como primer objetivo de un profesor universitario.

"La universidad ha tenido una larga tradición en eso y hay que poner los incentivos de una manera equilibrada, pero hoy en día la mayor parte de los incentivos están a favor de la investigación y no de la docencia", dijo, tras lo que añadió que "eso está haciendo que cambie el rostro de las universidades y las están formando en empresas de negocios, de una gran industria de producción de conocimiento, en vez de asumir su tarea de formación de personas de una generación a la otra".

El rector de la Universidad Católica de Colombia (Bogotá), Francisco José Gómez Ortiz, se refirió a la experiencia de su universidad en tutorías, que "es la formación de los estudiantes no sólo en lo académico, sino en la integralidad como personas en su entorno familiar, en su formación de virtudes".

Por su parte, Esther Gómez de Pedro, investigadora en el Nuevo Círculo de Discípulos de Joseph Ratzinger (Alemania), presentó la vivencia de la universidad como una "comunidad de vida, no solo de búsqueda de la verdad, sino también de vida, en la que cada miembro de la universidad es responsable de realizar su misión y, al realizarla bien, ayuda a todos los demás a realizarla".

"Y eso potencia -dijo- que los profesores, los docentes que tengan una especial cualidad para ese acompañamiento personal, porque no todo el mundo tiene las mismas cualidades".

"El tema es que en una comunidad cada uno cumple su misión y que esos docentes puedan desempeñar al máximo y bien ese acompañamiento pero no es un acompañamiento técnico profesional sino mirando lo que es la persona", concluyó.