La semana dedicada al cine fantástico en el Curso de Cine de la UVA ha finalizado este viernes con la sesión impartida por el crítico de cine Zigor Etxebeste sobre el director Jacques Demy y su cine "insólito" y "difícil de definir" en el que "mezcla" varios tipos; el musical, el fantástico y el de autor.

Una de las principales características de Demy es que su cine es "bastante difícil de definir", pues, según Etxebeste, "no es cine musical del todo ni es cine fantástico del todo, es cine Demy".

Este cineasta francés comenzó dentro del grupo de la 'Nouvelle Vague', pero su personalidad, biografía y sus "ganas de hacer cine" hicieron que acabase desarrollando un cine personal y autoral, que hace "muy reconocibles" sus obras.

Zigor Etxebeste ha realizado en su sesión una descripción del cine de Demy y la relación existente entre sus obras y su biografía, que tienen mucho que ver, ya que según Etxebeste, "no se puede entender el cine de Demy sin conocer su vida", no tanto porque trate temas propios, sino porque todo lo que le ocurría lo reflejaba de alguna manera en sus películas.

Todo lo que le influyó, desde el teatro del guiñol, las películas que veía durante la ocupación francesa o la situación posterior con la llegada de los americanos, se traslada en su obra, hasta el punto de que los marinos que veía aparecen como "evocaciones fantasmagóricas" en sus películas.

Por ello, aunque en ninguna de sus obras aparece su vida, a excepción de una que hizo su mujer y en la que recupera todos sus recuerdos de la infancia, "el cine de Demy es siempre biográfico".

Otra de las características de Demy es el cine musical, que se conoce como 'cine encantado', un término inventado por él y que describía un cine muy musical, "que tenía muchas influencias del cine musical americano, pero que pasaba por un tamiz muy francés, muy suyo" y que acabó con su muerte, pues nadie ha podido seguir, ya que era "muy personal y muy difícil de reproducir".

Según Etxebeste, en el cine fantástico francés el toque lo dan las historias y el sello autoral, pues los autores que han hecho este tipo de cine procedían de generaciones y grupos sociales "muy diversos", pero "de repente" hacen una película con un elemento fantástico, un toque terrorífico o en las que la gente comienza a cantar, como ocurría en el caso de Demy.

En Demy el cine fantástico se puede asociar más a su interpretación de cuentos tradicionales, como por ejemplo 'Piel de Asno', la mitología o en el 'Flautista de Hamelin', del que hizo una versión.

Sin embargo, el cine del autor francés no se puede definir como fantástico dentro del 'fantanstique' francés, aunque en ocasiones introduce elementos fantásticos, en los que la gente comienza cantar "en medio de la historia".

Según el propio Demy, si una historia truculenta te la cuenten cantando "suena mejor", así lo refleja uno de los personajes de su primer largometraje, que considera que "en el cine todo suena mejor, es más bonito".

El Festival de San Sebastián ha preparado una retrospectiva sobre este cineasta francés en la que ha colaborado Zigor Etxebeste, quien recomienda "recuperar este cine y verlo sin ningún escrúpulo", porque "que la gente cante no es natural, pero ver una pantalla de cine tampoco lo es".