Cinco días después del inicio de los violentos disturbios en Reino Unido, el primer ministro británico, David Cameron, ha asegurado este jueves que pondrá en las calles a todos los efectivos de Scotland Yard antes que movilizar al Ejército, aunque no descarta tomar esta decisión. Cameron, que ha comparecido ante los medios tras la reunión extraordinaria que se ha celebrado en el Parlamento británico sobre la ola de violencia, ha anunciado que están estudiando incluir en el paquete de medidas para atajar los altercados la implantación del toque de queda y el bloqueo de las redes sociales para evitar que los violentos se organicen.

Como ya informó este miércoles, Cameron ha confirmado que los agentes ya están usando pelotas de goma contra las bandas y emplearán cañones de agua dentro de 24 horas. Además, destinarán 20 millones de libras para ayudas a los negocios y tiendas afectados por los disturbios, robos e incendios. "Cada individuo podrá tener su compensación aunque no tenga seguro", ha garantizado. Respecto a las pólizas, se ampliará de 14 a 42 días el plazo disponible para comunicar los daños sufridos a los seguros privados.

El primer ministro, que ha tenido unas palabras de recuerdo para los tres ciudadanos que murieron este miércoles "atropellados y asesinados", ha confesado que siente "rabia, frustación, preocupación y tristeza" ante lo sucedido en su país.

También ha insistido en que su Gobierno no dudará en "identificar, perseguir y atrapar" a los resposables de los incidentes que comenzaron el pasado sábado."Hay un problema en nuestra sociedad, un problema de cultura, no de pobreza. Con chavales  que no distinguen entre lo que está mal y bien. Necesitamos más disciplina en nuestras escuelas, más asistencia familiar y nuevas medidas contra los delicuentes", ha valorado.

El premier se ha referido también a la cercanía de los Juegos Olímpicos de Londres, que se inaugurarán el 27 de julio de 2012 y en los que la seguridad es el gran reto.  "A un año de los Juegos, necesitamos demostrar que el Reino Unido no destruye, sino crea; que no abandona, sino resiste, y que no mira atrás, sino hacia delante", ha concluído.

Cameron, que cree que "no hay relación entre la muerte de Mark Duggan y los incidentes" que han recorrido Inglaterra desde el pasado sábado, ha tachado a los responsables de los actos vandálicos de "ladrones y criminales", que serán perseguidos por la justicia.

En respuesta a las preguntas de los periodistas, el primer ministro ha informado de que la Policía ha dado orden de pedir a la gente que lleve la cara cubierta que la muestre. Tras prometer que habrá "tantos policías como sean necesarios en las calles, el tiempo que sea necesario", ha insinuado que también están estudiando retirar los beneficios y prestaciones a los delincuentes.

Gracias a la mayor presencia policial y la intensa lluvia, la de este jueves ha sido la primera noche de calma en el Reino Unido desde que el sábado comenzaron los disturbios callejeros en el barrio londinense de Tottenham.

En su turno de respuesta, el jefe de la oposición, el laborista Ed Miliband, ha mostrado su total apoyo al primer ministro y ha insistido en dar a los responsables el "castigo que merecen y que el pueblo espera", aunque advirtió de que la clase política no debe olvidar su responsabilidad con los jóvenes.

"No podemos permitirnos perderlos", ha señalado Miliband, en un discurso conciliador con el Gobierno y en el que se preguntó por las razones de la violencia generada. El líder de la oposición ha recomendado además la constitución de una comisión independiente que analice lo ocurrido, escuche a los afectados por estos "terribles" sucesos y busque soluciones para que no se vuelvan a repetir estas situaciones.