Las fiestas patronales del Puerto de Sagunto (Valencia) volverán a contar con las tradicionales cucañas marítimas, según ha anunciado el propio alcalde de la ciudad, Alfredo Castelló, consistentes en la suelta de patos en aguas del puerto para ser cogidos por vecinos a nado el día 15 de agosto.

Pero para evitar la polémica por la denuncia de un colectivo por "tratamiento antinatural" de los animales que llevó a la Generalitat a prohibir esta práctica, el alcalde también ha anunciado una mayor vigilancia de la salud de las aves y la limitación de los participantes.

Después de una sentencia judicial de 2006, la Conselleria de Gobernación prohibió estas cucañas, pero, pese a ello, se continuó la práctica. El consistorio tuvo que pagar una multa de entre 8.000 y 10.000 euros, hasta que finalmente en 2010 no se realizó y en su sustitución se soltaron balones de playa con premios.

Ahora, esta peculiar tradición, que se remonta al año 1946, volverá a realizarse porque, como ha explicado el alcalde, tras la modificación de la legislación "ahora no hace falta permiso de Gobernación", ya que, según las características del festejo, ahora es competencia del Ayuntamiento su regulación.

Para su celebración, el consistorio ha explicado las normas que regirán las cucañas y ha avanzado que se soltarán 150 patos "que no serán lanzados" y que paulatinamente cada año irá disminuyendo la cantidad "hasta convertirse en meramente simbólica".

También ha explicado que en estas cucañas marítimas habrá dos tipos de participantes, los acreditados que podrán capturar los patos, y que se comprometerán al cumplimiento de unas normas, y el resto que sólo podrán coger los balones de playa con premios.

Para empezar, la inscripción de acreditados se limitará a 250 nadadores autorizados, los cuales estarán visiblemente identificados. Además, estos serán instruidos por veterinarios sobre la forma adecuada de capturar los patos y transportarlos a nado, las aves no podrán ser disputadas, ni exhibidas como trofeo y tendrán que ser devueltas posteriormente a la organización.

Multas de hasta 3.000 EUROS

El alcalde, además, ha advertido de que habrá vigilancia durante esta celebración por parte de la Federación de Peñas y que en caso de "crueldad, maltrato animal o incluso la muerte" de algún pato se pueden llegar a imponer multas de hasta 3.000 euros.

Además el primer edil ha destacado que "habrá control veterinario en origen, durante el transporte, antes de la celebración de las Cucañas, durante y después de las mismas, para asegurar el buen estado de los animales".