El Vendrell (Tarragona) estudia sancionar a los bañistas imprudentes que ignoren las señales y los avisos de los socorristas y ha llamado a la responsabilidad de los ciudadanos, después de que tres personas hayan muerto este verano en las proximidades del puerto de Coma-Ruga, una zona prohibida al baño.

Así se desprende de la reunión celebrada esta tarde entre el Consistorio, la Cruz Roja del Baix Penedès y la Dirección General de Protección Civil (DGPT) de la Generalitat, tras la cual tanto el alcalde, Benet Jané (CiU), como el delegado del Govern en Tarragona, Joaquim Nin, han reclamado máxima responsabilidad a los bañistas.

Jané ha destacado la buena preparación y equipamiento de los socorristas la Cruz Roja y la correcta señalización tanto de las playas como del puerto, cuya valla cuenta con seis carteles de dos metros por 1,80 metros que prohíben el baño mediante un pictograma.

"No se reforzarán la vigilancia ni la señalización, porque son correctas. Los bañistas deben respetar los avisos, en lugar de burlarse de los socorristas", han explicado a Europa Press fuentes del Consistorio.

Los muertos son un joven de 28 años y una adolescente de 15, que según las mismas fuentes cometieron una "imprudencia clarísima" al bañarse en una zona prohibida —vallada, con boyas y bandera roja—, además de un hombre de 68 años que se zambulló a pesar de la bandera roja.

En este último caso, sin embargo, la autopsia confirmará si el hombre, que realizaba travesías a nado por la zona de forma habitual, murió ahogado o de un paro cardíaco.