La Comisión Europea (CE) ha considerado que las nuevas medidas de ajuste anunciadas por España e Italia ahondan en la línea de que no será necesario un apoyo financiero para ambos países. "Estas medidas serán suficientes para garantizar una estabilidad financiera", ha afirmado en una rueda de prensa en Bruselas un portavoz comunitario, Olivier Bailly.

Bruselas no ha querido valorar si la compra de bonos españoles e italianos será suficiente para estabilizar la zona euro hasta que se pongan en marcha las medidas acordadas el 21 de julio en la cumbre del Eurogrupo.

El segundo rescate de Grecia y la flexibilización del fondo europeo de rescate que permitirá comprar deuda soberana y dar créditos preventivos a los países en apuros tienen que ser aprobados por los correspondientes parlamentos de cada país de la eurozona.

El portavoz comunitario Olivier Bailly ha afirmado en una rueda de prensa "que los dos países han anunciado medidas más profundas para la consolidación fiscal". Bailly ha valorado que "los distintos mensajes difundidos este fin de semana por el G-20, el G-7, el BCE, los diferentes jefes de Estado y de Gobierno van en la misma dirección y envían un mensaje muy claro de confianza a los mercados y a los actores clave".

El portavoz de la CE ha evitado comentar directamente la respuesta de los mercados a los movimientos al más alto nivel realizados este fin de semana y al anuncio del BCE de su decisión de comprar deuda española e italiana. "No corresponde a la Comisión comentar o prejuzgar las reacciones del mercado", ha advertido.

No obstante, el portavoz ha recordado las declaraciones del comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, el pasado viernes, cuando defendió que la entidad europea "toma y tomará las decisiones más adecuadas para garantizar la seguridad y la estabilidad de los mercados".

La prima de riesgo, el sobrecoste que exigen los inversores para adquirir títulos españoles en vez de alemanes, considerados los más seguros de Europa, ha permanecido estable durante la mañana por debajo de los 300 puntos. El Ibex-35 ha registrado una gran volatilidad: abrió con una subida del 3,83% y a media mañana estaba ya en números rojos.