Cocinar la comida a un mínimo de 65 grados y protegerla de insectos son dos de las 10 "reglas de oro" de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la hora de manipular los alimentos, así como también en su preparación, conservación y presentación para su consumo.

Lo ha recordado este domingo la Consellería de Sanidade, a través de un comunicado de prensa en el que ha incidido en estas recomendaciones dirigidas a la ciudadanía con el objetivo de extremar las precauciones en la manipulación diaria de alimentos.

En primer lugar, los técnicos recomiendan elegir productos tratados higiénicamente desde su origen. Su cocinado se efectuará a 65 grados como mínimo y se consumirán inmediatamente después de cocinar. Su conservación posterior se hará a través de un proceso de refrigeración y, en caso de recalentarlos, se hará a una temperatura mínima de 65 grados.

La sexta de las reglas básicas recomendadas por la OMS refleja la importancia de evitar el contacto entre alimentos crudos y cocinados. Además, se lavarán las manos con tanta frecuencia como sea necesario, al tiempo que se mantendrán "escrupulosamente limpias" todas las superficies de trabajo en la cocina. Por último, se protegerán a los alimentos de insectos u otros animales y "siempre" se utilizará agua potable.

Los técnicos de la Consellería de Sanidade recuerdan que "la contaminación de los alimentos con gérmenes puede ocurrir en cualquier momento", por lo que inciden en la importancia de "lavar las manos, en especial tras ir al baño o cuando se hayan manipulado alimentos crudos si se empieza con aquellos ya elaborados".

En este sentido, se recomienda "proteger las heridas con apósitos" y extremar las precauciones a la hora de manipular comida que haya sido preparada con anterioridad, ya que "nunca se debe congelar de nuevo aquellos productos descongelados previamente", por lo que se aconseja "controlar la temperatura del frigorífico regularmente".