Los que hace cuatro años confesaban no leer casi nunca (7,4%) o alguna vez al trimestre (2,6%), ahora ya han engrosado las filas de los no lectores.

Lo dice una encuesta realizada el año pasado, que han impulsado el Gremio de Editores de Euskadi y la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno vasco.

Si el colectivo de los que pasan de leer ha crecido, para esperanza de los libreros, los lectores habituales se mantienen fieles a su afición. Son el grupo más numeroso, nada menos que un 52,5% de los vascos.

Tampoco es desdeñable la cifra de los que leen algún libro todos o casi todos los días; son el 26,4% de los vascos. Entre ellos, además, hay auténticos devoradores de páginas. Son ese 17% que consume el 47,2% del total de los libros que se leen cada año en Euskadi.

La fidelidad de los amantes de la lectura hace que la media de libros comprados y leídos no esté mal. Ocho volúmenes al año leen, de media, los lectores habituales y ocasionales. Los que leen todos los días consumen 13 libros al año.

La falta de tiempo es la razón por la que la mayoría (72,7%) dice que no coge un libro. Entre los que lo hacen, el grupo más numeroso dedica a la lectura de tres a cinco horas semanales.

La literatura sigue siendo la que más adeptos tiene; son el 80%. El resto se lo reparten los libros de humanidades y ciencias sociales (10,7%), los prácticos, los infantiles y científicos. Más de la mitad compró libros en 2005. Son un 51,7%, por debajo de la media española, que sube hasta el 56,3%.

De Dan Brown a Cervantes

Los libros preferidos por los vascos son los de entretenimiento y ocio, y entre las novelas, la palma se la llevan las de intriga e históricas. No es extraño así que los libros más leídos sean El código Da Vinci, ese best-seller de Dan Brown que no baja del primer puesto; La sombra del viento, un original historia de Carlos Ruiz Zafón que ha cautivado a miles de lectores, y un clásico como Los pilares de la tierra, de Ken Follet. En la lista aparece también El Quijote, en el año de su 400 aniversario. Obabakoak, de Atxaga, ocupa el puesto 23, y El verdugo de Dios, de Toti Martínez de Lezea, está en el 25.