SEO/BirdLife ha anunciado que solicitará después del verano que se retire la autorización al aeropuerto de Ciudad Real por incumplir la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), al considerar las medidas compensatorias a las que obligaba dicha declaración eran "insuficientes" para garantizar los valores por los que se declaró el espacio.

Incluso, ha añadido la organización en nota de prensa, algunas de estas medidas eran "obligaciones" para Castilla-La Mancha, como la aprobación del plan de gestión de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Campo de Calatrava, donde se sitúa el aeropuerto.

Asimismo, ha añadido que desde 1998, SEO/BirdLife viene denunciando que este aeropuerto no era viable desde el punto de vista ambiental y empresarial y que ha manifestado en reiteradas ocasiones y en diversas instancias, la vulneración de varias directivas comunitarias y las irregularidades en el procedimiento de evaluación de impacto ambiental del proyecto.

Sin embargo, según añade la organización conservacionista, a pesar de todos los esfuerzos realizados por su parte y de que la Comisión Europea había abierto un procedimiento de infracción contra el proyecto, las obras del aeropuerto se iniciaron en abril de 2004.

Incluso ese mismo año, recuerda, el Ministerio de Fomento ordenó la paralización de las obras, pero el aeropuerto obtuvo la autorización pertinente para el desarrollo de la actividad en diciembre de 2008.

De este modo, ha apuntado que el aeropuerto fue construido sobre hábitat estepario de "elevadísimo" valor en el contexto europeo y mundial, destruyéndose zonas de cría de especies esteparias como avutardas, sisones, gangas y ortegas.

A pesar de que el daño ambiental es "irreparable", desde SEO/BirdLife se espera que sea un "claro ejemplo" de mala gestión de los recursos y sirva para que las futuras grandes infraestructuras obedezcan a criterios sostenibles y sean "correctamente evaluadas" para frenar la destrucción de hábitats, "una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad en España", ha añadido.

"Una vez más, nos encontramos ante un mal ejemplo de evaluación ambiental y ante una contradicción en la inversión de esfuerzos y recursos por parte de las administraciones", ha concluido.