La consellera de Presidencia y vicepresidenta del Gobierno valenciano, Paula Sánchez de León, ha valorado este lunes que el expresidente de la Generalitat Francisco Camps haya "optado por la vía más discreta" y "más moderada", con su decisión de incorporarse al Consell Juridic Consultiu (CJC), y haya declinado "hacer uso de todas las prerrogativas" que le concede la ley como expresidente.

A preguntas de los periodistas acerca de la situación de Camps tras reunirse con el nuevo jefe del Consell, Alberto Fabra, ha destacado que el anterior 'president' "ha sido absolutamente escrupuloso, discreto, en las decisiones que ha tomado" y, además, no ha solicitado "tener una oficina con cierto personal" como contempla el Estatuto de Expresidentes de la Generalitat valenciana.

Así, ha subrayado que Camps "tendría derecho a tener una oficina con cierto personal que trabaje, con un despacho", pero ha preferido "incorporarse con máxima normalidad como cualquier ciudadano, como un ciudadano más, a una institución que ya funciona, que ya está en marcha y en la que va a prestar, seguro, una gran labor".

"un privilegio" para el cjc

Sánchez de León ha defendido, en este sentido, que poder "contar con la experiencia de una persona que ha sido presidente de esta comunidad durante ocho años" constituye "un privilegio" para el CJC.

"Creo que es digno de valorar que haya tomado esa opción y no otras, como la creación de una oficina, que podía haber hecho perfectamente", ha subrayado.

Además, la vicepresidenta del Consell ha precisado que la incorporación de Camps al CJC como miembro nato —con voz pero sin voto—, "no es incompatible con mantener su escaño en el Parlamento valenciano" de modo que únicamente renunciará a su sueldo como diputado. "Simplemente ajustándose a lo previsto en la normativa y en la ley puede compatibilizarlo y así lo va a hacer", ha concluido.