En los últimos años, la puesta en marcha de nuevas guarderías y escuelas de Educación Primaria públicas han permitido absorber parte del aumento de la demanda, pero "la situación es complicada" en los institutos públicos, según admitió este martes el regidor de Educació i Universitats del Ayuntamiento de Barcelona, Gerard Ardanuy.

Las administraciones han centrado su atención en la construcción de nuevos centros públicos de Educación Infantil y Primaria para afrontar el incremento de alumnos (en su mayoría inmigrantes), pero pronto se notará en Secundaria.

La demanda para iniciar primero de ESO en septiembre fue de 6.181 solicitudes, lo que supone un aumento de 435 respecto al curso anterior, y el Consorci d’Educació de Barcelona espera que el crecimiento sea aún mayor de aquí al curso 2015-2016.

En este contexto, según la Xarxa d’Escoles en Barracots, un millar de alumnos de Infantil y Primaria todavía estudian en módulos prefabricados en ocho centros de los distritos de Ciutat Vella, Gràcia, Eixample, Sant Andreu y Sant Martí.

El futuro de Barcelona

El regidor de Educació aseguró que la educación es una de las prioridades del Alcalde, Xavier Trias. De ahí que su principal objetivo sea luchar contra el fracaso escolar, que aquí es superior a la media catalana.

Para ello, será clave ofrecer una buena orientación a los jóvenes, así como prestigiar la Formación Profesional. En ese sentido, Ardanuy consideró fundamental lograr la implicación real de las empresas, y quiere incorporarlas dentro de los centros educativos.

Asimismo, también defendió impulsar, por ejemplo, las distintas actividades que organiza el Institut Municipal d’Educació de Barcelona para despertar vocaciones científicas entre los escolares. La investigación es "un proyecto de país y los parques científicos deben colaborar", apostilló.

En la misma línea, destacó la importancia de fomentar el aprendizaje de otros idiomas, como el inglés, el francés o el alemán. Una de las opciones que baraja es la de utilizar las escuelas, fuera del horario lectivo, para dar clases, lo que permitiría aligerar las "saturadas" escuelas oficiales de idiomas.

Otros retos

Otro de los desafíos es la concentración de estudiantes inmigrantes en colegios concretos. Ardanuy se mostró contrario a hablar de "segregar" a los alumnos, pero defendió flexibilizar los criterios para elegir centro, ya que la proximidad no debe ser la única pauta ni la más importante.

Encontrar mejores ubicaciones para los centros de educación especial, potenciar la escuela inclusiva o ayudar a las universidades en la medida de sus posibilidades –facilitando, por ejemplo, la estancia a los profesores extranjeros– son otros de los retos fijados.