Los trabajadores de Nueva Papelera del Besaya (NPB) han recibido como "un jarro de agua fría" el cierre de esta fábrica de Torrelavega después de que el pasado mes de febrero se derrumbara parte de la cubierta sobre la maquinaria y de que el Gobierno de Cantabria anunciara hace tres días que es "inviable" la puesta en marcha de la planta por el elevado coste que supondría adquirir e instalar nuevas máquinas, coste que superaría los 30 millones de euros.

Por ello, el comité de empresa ha acordado, en una reunión celebrada esta tarde, iniciar una serie de movilizaciones que comenzarán este jueves, 28 de julio, en Reocín, donde se celebra el Día de las Instituciones, y que continuarán el próximo 2 de agosto en el Ayuntamiento de Torrelavega, con motivo del Pleno de la Corporación municipal, que debatirá una moción promovida por el PSOE para defender el futuro de la fábrica.

En declaraciones a Europa Press, el secretario del comité de empresa, José Antonio Abascal (UGT), ha lamentado que, "hasta ahora", el Ejecutivo regional (PP) "no ha hecho nada", salvo tener "buenas palabras", como la recolocación de todos los trabajadores, palabras que en su opinión no son más que "humo" y, además, "se las puede llevar el viento". Por ello, piden al equipo que lidera Ignacio Diego que pase a los "hechos firmes" y busque soluciones para Papelera del Besaya porque, según aseguran, "hay opciones".

"Que se pronuncien con hechos, papeles y por escrito", reclama el sindicalista, antes de recordar que desde el comité han planteado alternativas de cara al futuro de la planta, como fabricar otro tipo de papel que resultaría menos costoso.

Tras recordar que NPB emplea a casi 150 personas, entre trabajadores fijos (104) y contratados (más de 40), Abascal ha informado de que el comité de empresa ha solicitado una nueva y "urgente" reunión con el Gobierno y con los consejeros de Industria, Eduardo Arasti, y de Economía, Cristina Mazas, para que les expliquen "dónde van a recolocar" a la plantilla.

Sobre los ánimos de los trabajadores, el secretario del comité de empresa ha señalado que en la reunión (ha asistido el 80% de la plantilla) estaban "cabizbajos" y sin la "ilusión" que tenían hace unos días, tras el primer encuentro con el nuevo Gobierno.

También creen que la Administración regional debe tener en cuenta que Papelera suma "muchos" puestos de trabajo en una comarca con un elevado índice de paro, por lo que no se pueden "perder" más empleos. "Si vinieran nuevas empresas a Torrelavega, seguro que el Gobierno les ponía la alfombra roja", ha comentado Abascal, para insistir en que no se pueden "perder" fábricas como Papelera y los trabajos que ya existen.

ERE

En la actualidad, los trabajadores de NPB se encuentran en un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que se acordó a raíz del derrumbe de parte de la cubierta el pasado 18 de febrero y que tiene seis meses de duración, por lo que concluye el próximo 18 de agosto.

Previamente, en octubre de 2009, se había declarado otro ERE, coincidiendo con la declaración del concurso de acreedores de la planta. Este hecho llevó a la plantilla a encerrarse dentro de la factoría y al ICAF, al Instituto Cántabro de Finanzas, a hacerse cargo de la empresa en 2010.