Las monjas de la Diócesis de Burgos trabajan para elaborar unos 10.000 dulces para dar de desayunar a los peregrinos que pasen por la provincia para participar en la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará a partir del 16 de agosto y que contará con la presencia del Papa Benedicto XVI en Madrid.

En concreto, más de 350 religiosas de clausura preparan ya pastas y dulces para dar avituallamiento a los peregrinos que pasen por Burgos, ya que se espera que por la provincia burgalesa pasen unos 3.000 jóvenes para participar en la jornada.

La campaña, que lleva por título 'Rezan que alimenta', quiere implicar a los monasterios de clausura en la acogida a los peregrinos procedentes de todo el mundo durante los llamados 'Días en la Diócesis'.

Así las monjas se harán presentes entre los jóvenes a través del ofrecimiento de la repostería de sus obradores. Así, la veintena de monasterios implicados en la campaña, elaborarán cerca de diez mil dulces -entre pastas de té, hojaldres, chocolates y trufas-.

Según informaron a Europa Press fuentes de la Diócesis de Burgos en las semanas previas al encuentro trabajarán en la preparación de sus postres, que llegarán a las mesas de las familias de acogida mediante el trabajo de distribución de los voluntarios.