Diputada del PSOE por Huelva lamenta que nadie ha dado un "paso atrás" con Zapatero ni se hiciera reforma fiscal en 2004

Llama al partido a no prometer "irrealidades "y a "multiplicarse" para que hasta el último simpatizante "se sienta escuchado"
Fátima Aburto, diputada del PSOE
Fátima Aburto, diputada del PSOE
CONGRESO
Fátima Aburto, diputada del PSOE

La diputada del PSOE por Huelva en el Congreso Fatima Aburto considera que, una vez que el partido tiene candidato y que "la mayoría de los problemas van teniendo un encaje" ha llegado "el momento de la crítica" y de censurar lo que no se ha hecho bien en los últimos siete años y, para empezar, lamenta que nadie haya dado "un paso atrás" con Zapatero dentro de la organización y que la primera legislatura no se aprovechara para hacer una reforma fiscal progresista.

Aburto, que según ella misma explicó a Europa Press era partidaria de que Zapatero hubiera repetido como candidato y que tras su retirada apostó por Carme Chacón, ha escrito un artículo en su página personal de Internet, en el que dar la gracias al presidente del Gobierno, a la ministra de Defensa, y sobre todo a Alfredo Pérez Rubalcaba, por asumir el reto de ser cartel electoral en un momento "especialmente difícil".

Pero tras los agradecimientos, la diputada, que presenta su escrito a modo de carta abierta al candidato señala: "Pasando de las gracias a la crítica, creo que habría personas que deberían haber dado un paso atrás junto con Jose Luis". Sin embargo, rehúsa abundar en esa idea alegando que "no es tiempo de cuestionar a personas". "Somos los que estamos y estamos los que somos", zanja.

"autocrítica constructiva"

Sin embargo, una vez aparcado un debate sobre las personas, defiende la necesidad, por considerarlo "más constructivo", de hacer "una autocrítica sobre las políticas hechas" en el bien entendido, explica, de que todos los socialistas son responsables.

Aburto defiende la "segunda legislatura" de Zapatero "ha sido gestionada más que adecuadamente" porque, pese a que ha sido "enormemente difícil" por la crisis "se están consiguiendo resultados" que impiden que España vaya a ser "rescatada". El "problema fundamental", a su juicio, se produjo durante la primera legislatura, porque, si bien se produjo un avance "espectacular" en derecho y en cooperación internacional, no se aprovechó para hacer la reforma fiscal que, en su opinión, necesitaba y sigue necesitando el país.

"Después de 8 años del PP al mando, haciendo absolutamente NADA o más bien privatizando empresas públicas solventes, pervirtiendo legislación de control (Ley del suelo) y desmantelando Estado del Bienestar, era urgente continuar la construcción de un Estado moderno, como hicieron los gobiernos socialistas anteriores", se queja, recalcando que España "tiene un retraso importante en la estructura del Estado como para permitirse parones".

Por eso, y porque, subraya, "las desigualdades crecieron durante toda la etapa del PP y combatir ese gran error es el principal objetivo de la ideología socialista" remarca que "la expresión 'bajar impuestos es de izquierdas'", pronunciada por Zapatero en mayo de 2003, "fue especialmente desafortunada".

Se esperaba de nosotros

"La carga impositiva en España no era ni es muy alta y los países fuertes son los más equitativos con una carga impositiva mayor. No se pueden bajar impuestos cuando nuestro sistema de protección social es aún tan deficiente. Creo que una nueva fiscalidad más justa y más amplia para el fortalecimiento del Estado del Bienestar habría sido esperable", argumenta.

A la vez que critica las carencias de la política socialista esboza lo que deben ser los puntos fundamentales de la oferta del partido de cara a las generales. Así, apuesta por aumentar la financiación de la Educación y la Dependencia, mejorar aspectos de la Sanidad como la atención que se presta en las prisiones y los servicios de salud mental, aumentar la red de residencias de tercera edad y escuelas infantiles y dar aún más apoyo a las familias para conciliar ocio y trabajo.

También urge a la reforma de la Justicia, Función Pública y la Acción Exterior y a fomentar la industrialización del país y denuncia que el Gobierno haya renunciado a impulsar la Ley de libertad religiosa a hacer una apuesta decidida por el Federalismo y los órganos necesarios para que funcione un Estado compuesto como es un Senado representativo de los territorios.

"No importa que no se tengan votos suficientes para marcar las líneas políticas en las que creemos. Igual que son útiles las mociones de censura, imposibles de ganar, para dejar claras las posturas (por eso el PP no las hace)", avisa.

Reconocer que hay una situación crítica

También recalca a sus compañeros que la "fortaleza" de los socialistas "se expresa en la cercanía" y que el partido debe "multiplicarse" para que "hasta el último militante o simpatizante tiene que sea y se sienta escuchado y participativo". "Hay que reunirse con sectores afines o no y especialmente con los sindicatos", añade.

Otra de las claves para el éxito es, según Aburto, "reconocer" que se está ante "una situación critica" y, por tanto "no prometer irrealidades" intentando "simplificar" la vida ciudadana al máximo en todas las gestiones y evitando "confrontaciones y descalificaciones inútiles". "El buen rollo es mucho más efectivo. Me gusta especialmente la llamada tuya a la educación, la buena educación, las formas, creo que son clave", escribe a Rubalcaba.

Y concluye con un mensaje de esperanza para su partido: "Se han hecho muchísimas cosas bien, se puede y se van ha hacer mejor y los socialistas tenemos respuestas claras y útiles para la gobernanza de un mundo globalizado dominado por la incertidumbre. Es esa incertidumbre la que hace que el miedo predomine, y es precisamente esa incertidumbre la que tiene soluciones socialistas, para la enorme mayoría".

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