Diego se pone como objetivo convertir a Cantabria en un "paraíso" para la inversión empresarial

El presidente cántabro confiesa que devolvería alguna competencia y se muestra dispuesto a hablar sobre una "reformulación" del Estado
Presidente De Cantabria, Ignacio Diego
Presidente De Cantabria, Ignacio Diego
EUROPA PRESS
Presidente De Cantabria, Ignacio Diego

El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha dicho este jueves que uno de sus principales objetivos es convertir a la Comunidad Autónoma en un "paraíso" para la inversión empresarial y ha garantizado que el nuevo Gobierno autonómico se va a "mojar" con los empresarios y sus proyectos.

Así lo ha afirmado durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press —patrocinados por Banif banca privada, Telefónica, Thomson Reuters y FCC— y en los que ha estado arropado por el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, la portavoz del partido en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, entre otros.

En este contexto, Diego ha destacado el "extraordinario potencial" con el que cuenta Cantabria para superar la actual coyuntura pese a las dificultades y ha explicado que el desarrollo económico se puede lograr a través de nuevos sectores o con la apuesta innovadora de algunos de los sectores productivos que ya existen en la región.

"Para ello buscamos y aplaudimos iniciativa privada, que acogemos con los brazos abiertos", ha confesado el presidente cántabro antes de desvelar que ya existen algunos proyectos que a corto plazo serán una realidad.

Además, ha explicado que su Ejecutivo también quiere "recibir ideas y participación" de empresas privadas para proyectos públicos a través de fórmulas mixtas de participación. "Necesitamos la capacidad privada para inventar, proponer y asumir responsabilidades", ha insistido.

Y así, ha anunciado que el Gobierno cántabro pondrá en marcha próximamente un plan de atracción de inversiones basado en los objetivos de contar con la normativa "más clara y sencilla de España", impulsar la marca región y a través de "la gestión del talento".

Cambio de gobierno y de mentalidad

A su juicio, los ciudadanos el pasado 22 de mayo no sólo votaron por un cambio de gobierno, sino que pidieron "un cambio de mentalidad", y para ello ha ofrecido su programa basado en "empleo y buen gobierno" a través de líneas como austeridad, transparencia o buena gestión.

Según ha asumido, la administración cántabra será "más austera y eficaz" y en los próximos años la inversión pública no puede ser "masiva ni indiscriminada", sino que debe concentrarse en la calidad de los servicios esenciales y aquellas materias "estratégicas" que no estén basadas en la necesidad por encima de rendimientos electorales.

En este punto, ha marcado como "líneas rojas" que el Ejecutivo cántabro no está dispuesto a traspasar "la sanidad, la educación y la protección de quienes más lo necesitan" y ha dejado en manos del PSOE haber hecho los recortes sociales "más duros de la democracia". "Se pueden llevar a cabo más recortes sociales, pero no es sencillo superar los de Zapatero", ha ironizado.

Además, ha reconocido que no sabe si en algún momento será necesario plantearse la fórmula del copago sanitario, pero ha garantizado que, antes de plantearse esta medida, su Gobierno llevará a cabo recortes en aquello que considera prescindible. "Estamos viendo muchas cosas prescindibles y la suma de muchos pocos nos puede ayudar a reemprender la situación", ha explicado.

En cuanto a la enseñanza, ha reconocido que la educación concertada es "barata" y además ha alabado su calidad, pero ha subrayado que la primera obligación de un gobierno es potenciar la enseñanza pública.

No es partidario de fusionar municipios

Durante su intervención, Diego también ha pedido no "demonizar" a las comunidades autónomas y ayuntamientos y ha ofrecido convocar a los municipios a trabajar juntos para lograr una administración eficaz, acelerar el desarrollo sostenible y colaborar para ofrecer servicios de forma supramunicipal.

Esta fórmula de cooperación es a su juicio el mecanismo necesario para mancomunar o comarcalizar servicios, por encima de la posibilidad de congregar entidades locales. "Promover su desaparición daría lugar a una guerra de sentimientos, de arraigos y de pasiones que generaría mucho consumo de energía que no podemos dedicar a eso", ha reconocido.

En este punto, ha reconocido que el caso de las diputaciones es "más complejo", aunque él no se lo ha planteado porque Cantabria es una comunidad uniprovincial. Sin embargo, sí que ha admitido que quizá fuera oportuno su estudio en un marco de reajuste de las administraciones.

El presidente cántabro se ha mostrado de esta forma dispuesto a sentarse en una mesa con "políticos serios" para abordar una posible "reformulación" del Estado y ha confesado que él mismo devolvería competencias, aunque ha rechazado desvelar cuáles. Sin embargo, sí que ha indicado que está trabajando para reclamar la competencia sobre los ríos internos porque "abundaría en mejor gestión y no lleva graves problemas en cuestiones financieras".

Diego también ha reconocido la necesidad de establecer un techo de gasto por ley para las comunidades autónomas y ha recordado que ya se hizo en una determinada coyuntura y "fue un acierto evidente". "Ahora la circunstancia es similar y creo que requeriría un ejercicio similar para todas las comunidades autónomas", ha reconocido.

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