Los hosteleros y comerciantes de la zona de Fuente Dorada, en el centro de la capital vallisoletana, se muestran tranquilos tras el desalojo esta madrugada de los 18 miembros del movimiento 15M que aún permanecían acampados.

La mayoría de los comerciantes ha sentido "alegría" y "alivio" al llegar esta mañana a sus trabajos y ver la plaza "limpia y en orden, como debe estar", según han explicado a Europa Press trabajadores de un restaurante de la zona.

Los trabajadores de este establecimiento han reconocido que el hecho de que la acampada coincidiese con la celebración del Teatro de Calle', que este año no ha podido celebrarse en la Plaza de Fuente Dorada, ha repercutido negativamente en la presencia de clientes en el restaurante en comparación con ediciones anteriores.

Asimismo, estos trabajadores, que dicen que "también están indignados", creen que la manera de protestar o reivindicar no era la más adecuada, pues los miembros del campamento 15M "cogían la luz e invadían todo para ellos" hasta el punto de que "no se podía pasar por la plaza".

La empleada de una de las joyerías de la Plaza de Fuente Dorada ha expresado su alegría al verla vacía esta mañana, ya que admite que la implantación del campamento sí ha afectado a las ventas. "De entrar gente a no entrar", ha asegurado la dependienta, quien ha explicado que esta acampada "no era como al principio", cuando surgió el movimiento 15M, ya que ahora había creado un campamento "tipo camping". Por todo ello, espera que la "gente vuelva a la zona" y que "vuelva a ser lo de antes".

Por otro lado, la dueña de otro establecimiento joyero de la plaza Fuente Dorada, aunque admite que la presencia de los acampados "no ha repercutido en las ventas", sí ha manifestado su alegría y alivio de ver la zona vacía ya que "daba la sensación de mal aspecto, ahora está mejor".

No obstante, otros comerciantes de la zona, como un empleado de una óptica situada en la plaza, ha asegurado sentirse "como cualquier otro día" ya que la implantación del campamento no ha afectado a las ventas de la tienda, al igual que una empleada de un establecimiento textil, que ha admitido que "no se ha fijado" en la desaparición del campamento, ya que era muy reducido, pues solo contaba con 18 integrantes.