El Defensor del Pueblo, en su calidad de Mecanismo Nacional de Prevención (MNP), realizó un total de 11 visitas a centros de privación de libertad en Cantabria, según refleja el primer informe sobre este tema elaborado por esta institución.

En concreto, en 2010 se visitaron la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía de Santander y la Comisaría de Torrelavega; la Comandancia de la Guardia Civil en Santander y los cuarteles de Torrelavega y de El Astillero; el Depósito Municipal de Santander; y los calabozos ubicados en los Juzgados de Instrucción y 1ª Instancia y Juzgados de lo Penal.

Asimismo, se inspeccionó el Centro Penitenciario "El Dueso", el Centro para Menores Infractores "Maliaño" y la Unidad de Custodia Hospitalaria Marqués de Valdecilla.

Según sus datos, en 2010 se realizaron en Cantabria un total de 3.000 detenciones con ingreso en calabozos practicadas por el Cuerpo Nacional de Policía.

En la comisaría de Torrelavega se constataron varias deficiencias: los detenidos eran conducidos hasta los calabozos a través de la puerta principal del edificio, pese a disponer de accesos directos a través del garaje. Esto afecta negativamente tanto a la seguridad como a privacidad de los detenidos.

Los asesores del MNP pidieron la sustitución de barrotes horizontales en los calabozos, por el potencial riesgo que entrañan y la mejorara o renovación del sistema de extracción de aires, como consecuencia de los malos olores.

También se solicitó, con carácter de urgencia, la señalización de vías de evacuación y la adopción de planes de evacuación, así como una adecuada dotación de medios de emergencia.

En las zonas de custodia que, por su tamaño, no se permite la comunicación directa entre detenidos y personal de custodia de viva voz, consideran que resulta necesario instalar sistemas sonoros de llamada o interfonos.

Por eso, y tras advertir de que dichos sistemas eran insuficientes, se instó a que en esta comisaría permanezca un agente en la zona adyacente a los calabozos, para los casos que puedan requerir asistencia inmediata.

Asimismo, se pidió que se entregase a los detenidos mantas limpias y se recordó que es obligatorio dejar constancia de la realización de registros mediante desnudo integral durante los cacheos policiales en el Libro de Registro y Custodia de Detenidos.

Guardia civil

En lo que respecta a detenciones con ingreso en calabozos practicadas por la Guardia Civil, se llevaron a cabo 1.133.

En la Comandancia de Santander se consideró urgente el establecimiento de planes de evacuación, así como la adecuada dotación de medios contra incendios. Asimismo, los asesores del MNP detectaron que el personal de custodia no siempre estaba convenientemente identificado.

En los cuarteles de Torrelavega y de El Astillero se apreció la necesidad de mejorar la limpieza de los calabozos. Además, se detectó que era una práctica habitual lavar las mantas proporcionadas a los detenidos tras varios usos, lo que no resulta aceptable.

Por otra parte, las inspecciones pusieron de manifiesto la falta de ventilación en la zona de custodia en Torrelavega.

Además, en este cuartel no estaba correctamente cumplimentado el Libro de Registro y Custodia de Detenidos, pues tenía apartados en blanco o en los que no se habían consignado vicisitudes que han de contemplarse expresamente, como la comida o registros.

Policía local

En materia de videovigilancia, no se observaron cámaras en el interior de las instalaciones de la Policía Local. Tampoco había ninguna medida contra incendios, por lo que se solicitó que se instalara un sistema adecuado.

La Policía Local informó a los asesores del MNP de que siempre se ingresa a los menores en calabozos, a pesar de que lo habitual es no hacerlo.

Calabozos en edificios judiciales

El estado de conservación y mantenimiento de los calabozos visitados en los edificios judiciales es de reciente construcción.

En las visitas de observó que el personal de custodia no estaba identificado mediante el correspondiente número de identificación policial o del cuerpo funcionarial al que pertenece.

Unidad de custodia hospitalaria

Esta institución ha advertido de que cuando los reclusos o detenidos ingresan en las habitaciones-celda, pasan a vestirse con ropa hospitalaria (pijama y bata).

Este cambio de ropa se realiza en presencia del personal de custodia y la retirada de pertenencias sustituye al habitual cacheo o registro al que se somete a toda persona custodiada al ingreso en un nuevo centro.

En la Unidad de custodia hospitalaria Marqués de Valdecilla se detectó que no siempre había personal policial femenino para prestar servicio, por lo que había que requerirse la presencia de agentes femeninas de la comisaría más cercana.

A pesar de las comprensibles dificultades de gestión de personal que ello puede implicar, se considera imprescindible que el servicio de custodia se preste por personal mixto, al menos cuando permanezca ingresada una mujer o las personas ingresadas vayan a recibir visitas femeninas.