Túneles, luces y galerías bajo control desde el Centro de Azca

  • El Centro de Instalaciones de Servicios vigila el alumbrado de Madrid.
  • Además de la red eléctrica, también supervisan la calidad del aire, las averías, posibles incendios y la entrada de peatones.
  • El servicio funciona las 24 horas de todos los días del año.
Sala de pantallas del Centro de Control, en los bajos de Azca.
Sala de pantallas del Centro de Control, en los bajos de Azca.
20MINUTOS.ES
Sala de pantallas del Centro de Control, en los bajos de Azca.

La capital es como un queso gruyere. Bajo la superficie hay todo un entramado de galerías subterráneas, túneles y conductos que quedan fuera del alcance de la vista para el ciudadano medio. Sin embargo, doce personas no quitan ojo a lo que ocurre en esa cara oculta de la ciudad. Son los trabajadores (9 operarios y 3 supervisores) del Centro de Control de Instalaciones de Servicios de la capital. Desde estas instalaciones, situadas en los bajos de Azca, se supervisan las incidencias del subsuelo de Madrid.

Las 20 pantallas que presiden la sala principal del centro emiten imágenes en tiempo real de 15 túneles de tráfico situados en la almendra central (se excluyen los de la M-30). No solo se vigila la intensidad del tráfico, sino que también se supervisa la calidad del aire, las averías, posibles incendios e, incluso, la entrada de peatones. De hecho, desde Azca emiten por control remoto las alertas de los carteles luminosos.

Agua, luz y teléfono

El Centro de Control también vigila un centenar de kilómetros de galerías subterráneas por donde discurren los cables y tuberías de las redes de agua, electricidad y telefonía. Desde allí controlan la entrada de los operarios de mantenimiento, que generan 20.000 accesos anuales para arreglar incidencias.

. El alumbrado público tampoco escapa al control del centro de Azca. El 90% de las farolas de la capital están en permanente vigilancia. Cualquier incidencia genera una alarma que se detecta al instante en la sala de pantallas. Allí quedan marcadas todas las luces que no funcionan, los fallos en el suministro, los  cortocircuitos o cualquier incremento y descenso en el consumo eléctrico.

Las instalaciones permanecen en funcionamiento las 24 horas de todos los días del año, a la caza de cualquier incidencia en los intestinos de la ciudad. De hecho, junto a la sala de pantallas hay dependencias para que los trabajadores descansen entre las guardias, mientras que los momentos de más tensión se viven en la llamada «sala de crisis», presidida por una pantalla gigante de 42 pulgadas donde se siguen al segundo las incidentes más graves.

Contaminación lumínica, a raya

Gallardón aprovechó ayer la visita al Centro de Control en Azca para reivindicar el plan municipal de ahorro de energía eléctrica. Según sus cifras, el Ayuntamiento ha sustituido el 95% de los 60.000 puntos lumínicos de la ciudad por lámparas eficientes para garantizar «un cielo limpio y oscuro».

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