Todos tenemos uno y en la televisión podemos verlos casi a diario. El último en aparecer al descubierto, a causa de un descuido, ha sido el de la canciller alemana, Angela Merkel.

Son los traseros. Como   todo en la vida, los hay de muchas maneras. Grandes, pequeños, de cine o de anuncio, como el que aparece en la última campaña publicitaria de Schweppes y que presuntamente pertenece a Eduardo Noriega.

Pero no es del todo suyo. El actor ha confesado que tamaño encanto sólo es «mitad suyo».

Gracias a la retaguardia

Muchos actores subieron su caché al enseñar su pompis en sus primeros filmes. Leonardo DiCaprio lo mostró en Eclipse total (1995).

Antes que él, lo descubrieron Johnny Depp, en Private Resorts (1985); Brad Pitt, en Thelma y Louise (1991); Matt Damon, en School Ties (1992); y Keanu Reeves, en Mi Idaho privado (1991).

Tres hombres en un ‘spot’

Jugando con la realidad y la ficción,  como en su papel en la película de Alejandro Amenábar Abre los ojos,  Eduardo Noriega es la estrella del anuncio. A pesar de todo, el desnudo lo hace a medias con un doble.

Otros traseros al descubierto

Kevin Costner:  Mostró su trasero en una de sus mejores y más laureadas cintas, Bailando con lobos (1990).

Christian Slater: Lo enseñó en El nombre de la rosa (1986), cuando hacía sus primeros pinitos en el séptimo arte.

Antonio Banderas: En las clínicas de estética es uno de los más solicitados. El malagueño lo ha mostrado en películas como La ley del deseo (1987) y Átame (1989).

Nacho Duato: Además de insinuarlo con sus elásticos maillots, protagonizó un desnudo completo y artístico para colaborar en una campaña de lucha contra el sida.

Richard Gere: Demostró que no le incomoda desnudarse en Breathless (1983), película en la que también hubo un primer plano de sus genitales.

George Clooney: Lo lució en su película Solaris (2002). Por ese motivo se calificó la cinta para mayores de 18 años.

William Baldwin: Se convirtió en el bombero más deseado tras su desnudo trasero en Llamaradas (1991).

Gael García Bernal: Mostró su cuerpo en La mala educación (2004).