Aprobado un plan de choque contra las muertes en el puesto de trabajo

Todos los grupos de la Asamblea de Madrid aprueban un plan de choque contra la siniestralidad laboral tras el décimo accidente mortal de abril.

En una respuesta sin precedentes frente a la lacra de la siniestralidad laboral, el pleno de la Asamblea de Madrid aprobó ayer por unanimidad la publicación de los nombres de las empresas que incumplen la legislación de prevención de riesgos laborales.

También piden la creación, previa propuesta a la Fiscalía, de la figura de un fiscal especializado en estos asuntos.

En total se aprobaron 16 medidas de choque negociadas hasta último momento entre los tres grupos parlamentarios a partir de una proposición no de ley del PSOE.

Otro día trágico

La de ayer había sido otra jornada aciaga para la siniestralidad laboral.

Ángel García, de 46 años, había muerto a las 7.30 bajo una máquina punzonadora, una especie de presa gigante de 25 metros que lo aplastó cuando trabajaba en la fábrica que la empresa Recreativos Franco, a la que pertenecía, tiene en el polígono Finanzauto, en Arganda del Rey.

PP, PSOE e IU habían consensuado una simple declaración institucional en la que recordaban la celebración, el 28 de abril, del Día Internacional de la
Seguridad y Salud en el Trabajo

A última hora se aprobaron las medidas legislativas de choque.

Se conocerán las empresas sancionadas

La publicación de las listas negras de los empresarios que incumplen la normativa supone que "el Gobierno regional acepta por primera vez sacarle los colores a los incumplidores", en palabras de Carmelo Plaza, secretario de Salud Laboral de CC OO.

Esta vieja reivindicación de diversos sectores permitiría que se revele el nombre de las empresas que cuenten con sanciones graves o muy graves.

En Madrid ya existe un fiscal encargado de asuntos relacionados con los accidentes laborales. Con la medida de ayer, se pretende la creación de una figura "en exclusiva".

Otra de las iniciativas aprobadas es un registro regulado de todas las empresas de las cadenas de subcontratación.

Ya son 59 fallecidos...

La muerte de Ángel García, aplastado ayer por una punzonadora (una presa gigante de 25 metros), eleva a diez los fallecidos en accidente laboral en lo que va de abril, la misma cifra que en todo el mismo mes del año pasado, según UGT. Los datos oficiales indican que en el primer cuatrimestre de 2005 fueron

49 los trabajadores fallecidos en el tajo.

Y en lo que va de este año, la lista parece interminable: ya son 59 las personas muertas por accidente laboral (diez más), una cifra que, según los sindicatos, refleja la triste realidad de la siniestralidad en la región.

Madrid reclama más inspectores. En la Comunidad sólo hay 100 (los mismos que en 2004) y 93 técnicos. Llegaron a cubrir 13.342 inspecciones durante 2005. Las competencias en materia de inspecciones pertenecen al Ministerio de Trabajo.

Precariedad en la construcción. Es lo que prima en este sector, además de la falta de formación y el incumplimiento reiterado de la normativa de seguridad y salud en el trabajo. El perfil de la víctima es el de joven subcontratado.

Vidas apagadas

Juan Carlos Valdés Obrero, 48 años

La salsa y el merengue eran los ritmos preferidos de Juan Carlos Valdés, un hombre del que sus amigos dicen que le gustaba hacer reír.

Había nacido hacía 48 años en la República Dominicana y tenía tres hijos. Juan Carlos murió el 4 de abril tras caer desde siete metros.

Sólo llevaba seis meses en el trabajo. Antes había trabajado en una imprenta y en un locutorio.

Juan José Empleado de Metro, 47 años

El 10 de abril, Miguel Ángel Muñoz y Juan José Cañedo murieron tras la colisión de dos vehículos de mantenimiento del Metro, empresa a la que pertenecían desde hacía más de 20 años.

Cañedo, de 47 años, era padre de dos gemelas adolescentes y vivía en el barrio de Canillas.

Dos de  sus hermanos también habían trabajado en el suburbano. Otro más lo sigue haciendo.

Juan Vizcaino Obrero, 53 años

Juan Vizcaino Mateos murió el 11 de abril tras caer desde las obras de un edificio en Torrejón de Ardoz.

En el lugar no había «ni una triste valla de protección», según denuncia CC OO.

Por ello, una jueza ordenó la detención del responsable de la obra. Juan era español, estaba casado y tenía tres hijos. Había trabajado toda su vida en la construcción.

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