La fábrica de productos lácteos que Corporación Alimentaria Peñasanta SA (Capsa), dependiente de Central Lechera Asturiana, mantiene a un solo trabajador, el jefe de mantenimiento, después de la salida de otros tres operarios, según han indicado a Europa Press fuentes del comité de empresa, quienes dan por "formalmente cerrada e inactiva" la factoría sevillana, aunque la empresa tiene de plazo hasta el 31 de julio para cerrar completamente las instalaciones tras aprobar un expediente de regulación de empleo (ERE).

Fuentes del comité de empresa han precisado que actualmente "sólo queda un trabajador, el jefe de mantenimiento", después de que hayan salido los últimos tres trabajadores de la planta.

Las fuentes precisan que este último trabajador "efectúa el mantenimiento de la planta, que todavía tiene luz y corriente", aunque apuntan que "podría salir a mediados de mes y no agotar al 31 de julio".

De esta forma, a su juicio de los trabajadores, la empresa "ya está cerrada y sin actividad" y han agregado que los trabajadores "daban por finiquitada" dicha fábrica "desde que se aprobó el ERE", momento a partir del cual los trabajadores "han ido saliendo escalonadamente".

Han lamentado que en este tiempo "no ha fructificado ninguna alternativa para retomar la actividad", de forma que el ERE "ya está cerrado y con la indemnización correspondiente recibida".

Fuentes del comité de empresa indicaron a Europa Press que tras aprobarse el ERE un total de 51 trabajadores "se marcharon de una sola vez" de la planta sevillana, luego otro grupo formado por siete empleados salieron a finales de mayo y hasta casi el final han quedado cuatro trabajadores realizando funciones de mantenimiento, cifra que se ha reducido a una persona, que seguirá hasta que llegue la hora de cerrar definitivamente.