El grupo Els Catarres, elevado a fenómeno musical tras promocionarse en las redes sociales, ha logrado convertir su éxito Jenifer en la primera 'canción del verano' en catalán sin que el tema haya sonado en las radios musicales, prueba de que muchas claves han cambiado en este sector.

Al cumplirse dos meses desde que Els Catarres "colgaron" un sencillo pero divertido videoclip de su canción en Youtube, el tema ha sido reproducido ya cerca de 400.000 veces, y se acercan al medio millón sumando las casi 100.000 visitas de la versión en maqueta.

Para dar una idea de lo que suponen estas cifras en un mercado musical reducido como el catalanohablante, basta comprobar que solo los temas más conocidos de las 'estrellas' del pop-rock catalán alcanzan cifras de visionado similares, aunque en la mayoría de los casos han necesitado varios años para lograrlas y han contado además con el apoyo de discográficas y campañas de promoción.

Jenifer, que cuenta en clave irónica la "prohibida" historia de amor entre un acérrimo catalanista y una "choni de Castefa" (Castelldefels), puede descargarse gratuitamente desde la página web www.elscatarres.com al igual que sus otras canciones, ya que desde sus inicios el grupo se posicionó a favor de la "música libre" y se relaciona directamente con sus seguidores a través de las redes sociales.

Hasta el momento, cerca de 50.000 personas se han descargado el disco completo, y otras 20.000 han optado por 'bajarse' exclusivamente la canción Jenifer, unas cifras también notables para el mercado catalán si se tiene en cuenta que en España se otorga un 'disco de oro' por la venta de 30.000 copias.

Esta "filosofía" tiene como contrapartida que, al no contar con el apoyo de ninguna discográfica, la canción Jenifer apenas haya sonado en el espacio radiofónico ni haya entrado en las 'listas de éxitos' que promocionan las radiofórmulas.

El 'catarra' Joan Riera ha asegurado que "las listas de las radios están controladas por las discográficas, es una cuestión de intereses", y ha agregado que "si la canción ha sonado en alguna radio es porque Jenifer se ha convertido en un fenómeno y no han tenido más remedio que sacarnos, pero más bien como anécdota".

Pese a recibir ofertas para editar su disco físicamente de "todas las discográficas", que aceptaban incluso las descargas gratuitas, Els Catarres han decidido seguir desvinculados de cualquier sello y han optado por producir próximamente ellos mismos el disco y contratar a una distribuidora para que llegue a las tiendas.

Respecto a la "crisis" que vive la industria musical, Joan Riera opina que el modelo discográfico "se ha ido hundiendo él solo al no adaptarse y no querer ver los cambios que se han producido a su alrededor", mientras el cantante Èric Vergés considera que "han estado viviendo mucho tiempo de unos beneficios elevadísimos en relación con lo que hacían, pues al final son sólo intermediarios".

Además de las descargas, el éxito de Els Catarres está avalado por 75 conciertos realizados o contratados para este año, y con una perspectiva de superar los 90, muchos de ellos vinculados a fiestas mayores o populares, pues atraen a un público "de 9 a 99 años", ironiza Eric Vergés.

En este sentido, Joan Riera explica que "en muchos conciertos ves que en la primera línea están los jóvenes, en la segunda se ponen los padres y en la tercera, los abuelos, sentados", un público que participa activamente y que, segura, "se vuelve loco cuando al final del concierto volvemos a tocar Jenifer, con mucha gente que sube al escenario y canta con nosotros".

Guillem Ricarte, director general de la Fundación Creafutur, que ha hecho estudios sobre el futuro del sector del ocio, ha indicado que el fenómeno de Jenifer le parece "muy interesante, porque supone un cambio de poder en la cadena de valor del negocio, que ahora parece estar más del lado del consumidor y del propio artista, y apunta a un equilibrio mas justo de poderes".

Ricarte cree que el fenómeno de conseguir solo desde internet un éxito significativo "no es aislado ni puntual, e irá a más", y opina que "el hecho de tener la valentía de haber rechazado ofertas de las discográficas marca una tendencia, un camino que pueden seguir no solo los que comienzan, sino los que ya están establecidos".