El biólogo gallego Ramón Bodenlle, impulsor del grupo Élivo, tiene en marcha en una nave industrial en Boqueixón (A Coruña) la planta desalcoholizadora de vino con mayor capacidad de producción de Europa. Aunque la empresa lleva trabajando de forma "casi artesanal" en los últimos dos años, acaba de instalar una tecnología que permite la fabricación de 12 millones de litros al año, lo que equivale a unas 2.500 botellas por hora.

Parte del equipo fue desarrollado por el grupo de I+D propio —que conforman cuatro personas, de las 12 que constituyen la empresa— y, la otra, fue adquirida a ingenieros alemanes. La suma configura una "tecnología única" que se denomina 'presurización combinada', y que consiste en incrementar "al mismo tiempo" la temperatura del vino —hasta los 36 grados— y la presión a la que está sometido el líquido, de modo que "no sufre ningún incremento traumático", explica Bodenlle en declaraciones a Europa Press.

La maquinaria, que ya está instalada —aunque hasta finales de julio, aproximadamente, no estará operativa—, costó en total 2 millones de euros, de los que entorno al 35% fueron con cargo a fondos europeos, del Gobierno central y la Xunta de Galicia.

Ahora, la compañía espera "multiplicar por dos" la facturación del año anterior y colocar su beneficio en 1,8 millones. En su primer año de vida, Élivo obtuvo unos 280.000 euros y el año pasado las ganancias ascendieron a 900.000 euros.

"El vino tradicional está atravesando un momento muy crítico, porque se ha reducido el consumo. Quedan dos vías: la innovación y la internacionalización", destaca el biólogo.

Exportación a países árabes

Precisamente, la empresa ha cerrado acuerdos de exportación con Duwait, Catar, Kuwait, Líbano y Arabia Saudí mediante contenedores de 26.000 botellas y sendos acuerdos con Japón y China a través de contenedores de 12.000 botellas.

Los países árabes son el principal nicho de mercado, puesto que "son muchísimos millones de consumidores", resalta. Hasta el momento, las autoridades gubernamentales impedían la entrada del vino en sus territorios, porque la realización semi-artesanal del vino 'desalcoholizado' implicaba que restase entre un 0,4 y un 0,5% de alcohol.

El certificado que emite la junta islámica para permitir su comercialización obliga a que la tasa de alcohol sea del 0,0%, algo que Élivo ha conseguido con su nueva maquinaria.

"efectos beneficiosos"

El grupo, en colaboración con investigadores del departamento de Farmacología de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), asegura haber "demostrado que el vino sin alcohol tiene efectos beneficiosos" en relación con la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Además de la producción y comercialización por cuenta propia, trabaja dando servicio a bodegas. "En Galicia no hay nada igual", subraya Ramón Bodenlle y, en España, señala, solo existen empresas comercializando, "pero ninguna bodega tiene una desalcoholizadora propia". La de Boqueixón, es, por tanto, la primera bodega que instala su propio sistema para la eliminación del alcohol.