El nuevo equipo de gobierno del PP en la Diputación de Málaga ha lamentado este viernes la situación económica del ente supramunicipal después de la gestión del anterior Ejecutivo (PSOE-IU). Así, ha calificado el estado de la institución de "quiebra técnica", ya que cuenta con una deuda de 292.616.618 euros y un déficit presupuestario "alarmante" de 18.753.000 euros, que se estima que alcance los 35,9 millones a final del presente ejercicio.

Los más de 292 millones de euros corresponden a los 13,3 millones que la Diputación debe a los proveedores, los 217 millones que adeuda a los bancos y los 61,3 millones que tiene que devolver al Estado de las liquidaciones a cuenta de otros ejercicios, según ha explicado en rueda de prensa el portavoz del grupo 'popular' en el ente supramunicipal, Francisco Salado.

Ha criticado que el índice de endeudamiento es del 143,56 por ciento, lo que indica que "superamos con creces el 110 por ciento que establece la legislación vigente para poder pedir créditos sin la autorización de la Junta de Andalucía".

Así, ha lamentado que la situación en la que se encuentra la Diputación es "muy complicada", pues de los 225 millones de euros de presupuesto con los que contaba el ente para este año, el 83,69 por ciento ya se ha ejecutado en gasto corrientes y un 25,10 en inversiones.

El portavoz ha criticado que en los cinco primeros meses de 2011, el anterior equipo de gobierno hizo pagos por valor de 63 millones de euros, con lo que la liquidez descendió de los 117 millones de euros que había en las cuentas en diciembre de 2010 a 54 millones en junio de este año.

Salado, que ha estado acompañado por el vicepresidente primero del ente, Francisco Oblaré, y la diputada de Economía y Hacienda, Francisca Caracuel, ha asegurado que estas cifras demuestran la "quiebra técnica" existente en la Diputación, tal y como "llevo diciendo en los últimos cuatro años".

"El tiempo me ha dado la razón y ha puesto a cada uno en su sitio", ha expresado el portavoz 'popular', quien ha tachado la política llevada por PSOE e IU de "tierra quemada, de arrasar todo lo que se pueda y despilfarrar sin control presupuestario", ya que el interventor ha realizado 2.000 reparos de legalidad a subvenciones y pagos hechos por el Gobierno anterior.

También ha lamentado que no se hayan ejecutado las inversiones "necesarias y que, año tras año, se presupuestaban", por lo que las obras "se iban acumulando", a pesar de ser un aspecto que "da progreso y prosperidad a la provincia".

"Año tras año, las inversiones de los ejercicios cerrados se iban acumulando y no se ejecutaban", ha apuntado, al tiempo que ha incidido en que "han demostrado que eran unos inútiles políticamente hablando en la gestión diaria de la Diputación Provincial", haciendo referencia al anterior equipo de gobierno del ente.

Plan de austeridad

El Partido Popular ha asegurado que, a pesar de que la gestión anterior ha dejado un estrecho margen de maniobra al nuevo Ejecutivo provincial y que será complicado poner en orden las cuentas, van a "conseguir cambiar de todas, todas" estos datos, los cuales no son definitivos, ya que aún resta por recabar los de algunos organismos autónomos.

Para ello, se está trabajando en un plan de austeridad "severo" a través del cual rebajarán los salarios de los cargos políticos. De esta forma, el sueldo del presidente de la Diputación se reducirá en torno a un 17,1 por ciento; el de los vicepresidentes, en un 15,8 por ciento; el de los diputados con área de gobierno, en un 15 por ciento; los de los diputados de la oposición, en un 12 por ciento; el del portavoz de la oposición, un 19 por ciento, y el del equipo de gobierno, en un 14 por ciento.

Además, se va a producir una reducción de los cargos de confianza, de tal forma que pasarán de 76 a no más de 60, tal y como ha explicado Oblaré, quien ha destacado que el ahorro que supondrá esta rebaja en los sueldos, los cuales se van a asemejar a los del Ayuntamiento, asciende a cuatro millones de euros en cargos de confianza y equipo de gobierno.

Este plan de austeridad, que se presentará a finales de julio, también incluye una reducción en el número de coches oficiales, pasando de 20 a seis, los cuales se dedicarán a los grupos políticos, presidente y vicepresidente del ente, así como a protocolo.

"El equipo de gobierno de la Diputación tiene mucho trabajo por hacer para afrontar el próximo año con más optimismo y unos presupuestos propios, ya que ahora mismo tenemos una triste herencia", ha declarado Oblaré, incidiendo, no obstante, en que "esta casa es una ruina, pero tenemos capacidad para sacarla adelante".