Las cooperativas gallegas necesitarán solo tres socios para constituirse —hasta ahora el número mínimo eran cuatro—, según ha anunciado la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, en la presentación del anteproyecto de ley de cooperativismo de Galicia, con el que se busca estimular la creación de sociedades de esta naturaleza.

En las líneas generales de este anteproyecto, se apuesta por simplificar la estructura societaria con "una mayor flexibilidad" en donde se posibilita que las cooperativas agrarias "desarrollen actividades con terceros no socios" —lo que supondrá la contratación de trabajadores externos no asociados ante una demanda de trabajo concreta—, a la vez que se modifica el límite de contratación de personal asalariado en las cooperativas de enseñanza y trabajo asociado.

Según ha explicado Mato en rueda de prensa, con este texto se da luz verde a un nuevo modelo mediante la cooperativa mixta de trabajo asociado para la captación de capital de posibles terceros mientras se preserva el acceso efectivo del personal asalariado a la propiedad de los medios de producción. "Hasta ahora no existía ninguna fórmula que permitiese incorporar socios de capital sin ser socios trabajadores", ha remarcado.

Todo ello, con el "compromiso" de acercar las normativa "a la realidad vigente" de un sector con unos 20.000 empleos en Galicia —en 2010 hubo 1.500 nuevos socios, el doble que 2009—, de manera que "en las próximas" semanas este anteproyecto será remitido al Consello de la Xunta, mientras que en 2011 la Xunta destinará cuatro millones a actividades de promoción de cooperativas.

Después de que Galicia obtuviese las competencias propias sobre esta materia en 1995 —con la primera ley de cooperativas gallegas que data de 1998— Mato ha defendido la necesidad de una reforma para adecuar la normativa a la legalidad actual, potenciar la creación de nuevos proyectos, profundizar en la autonomía de gestión y fomentar la competitividad.

Consenso y compromiso social

Según ha señalado el Gobierno gallego, esta norma está consensuada "totalmente" con el sector, el cual ha remitido a la Xunta como prioridades la modificación del número de socios, una flexibilización de los órganos de intervención y el cambio de las cooperativas de segundo grado en sociedades de primer grado.

Asimismo, Mato ha subrayado "el compromiso social" de esta propuesta pues "amplía" las finalidades del Fondo de Formación e Promoción, ya que podrá destinarse a actuaciones para la conciliación de la vida laboral y familiar. Además, se adoptarán medidas en favor de socias víctimas de la violencia de género, y se fomentará la igualdad en los órganos de cada entidad.