Indemnizan con 800.000 euros a los padres de un bebé por las lesiones causadas durante el parto

La aseguradora de un ginecólogo de Zaragoza ha indemnizado con 800.000 euros a los padres de un bebé debido a las lesiones que le produjeron en el momento del parto.
El Abogado Ricardo Agóiz Y Los Padres Del Bebé, En El Despacho Del Letrado
El Abogado Ricardo Agóiz Y Los Padres Del Bebé, En El Despacho Del Letrado
EUROPA PRESS
El Abogado Ricardo Agóiz Y Los Padres Del Bebé, En El Despacho Del Letrado

La aseguradora de un ginecólogo de Zaragoza ha indemnizado con 800.000 euros a los padres de un bebé debido a las lesiones que le produjeron en el momento del parto.

La indemnización es fruto de un acuerdo extrajudicial entre los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente en Aragón y la aseguradora del facultativo y prevé 664.000 euros para el bebé por sus lesiones y otros 136.000 euros para los padres por el daño moral. Se trata de la mayor cifra obtenida por una responsabilidad médica en Aragón.

Los hechos ocurrieron el 18 de enero de 2010, cuando una zaragozana que había llevado un embarazo normal acudió a una clínica privada, por orden de su ginecólogo ya que tenía una dilatación de 3 centímetros.

Una vez en el paritorio, el bebé sufrió una bradicardia —bajada de pulsaciones y falta de oxigeno— sin que el ginecólogo ni el anestesista estuvieran presentes y sin que la matrona hiciera nada, ni informar al ginecólogo ni iniciar el parto, ante esta urgencia.

El bebé nació cuando llegó el ginecólogo, unos veinte minutos después de comenzar la bradicardia y, como consecuencia, sufre una encefalopatía hipóxico-isquémica que conlleva lesiones "irreversibles", como retraso mental, parálisis cerebral, espasticidad, epilepsia y ceguera, con una minusvalía declarada del 77 por ciento y grado 3 de dependencia.

En rueda de prensa, el abogado Ricardo Agóiz, especialista en derecho sanitario y adscrito a los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente, ha explicado que con este acuerdo se cubre la responsabilidad civil, pero el procedimiento judicial continúa para determinar la responsabilidad penal del ginecólogo y la matrona. La denuncia se presentó hace un año y ahora "estamos en el fin del periodo de instrucción, a expensas de la calificación", ha detallado.

Sobre el caso, el letrado ha recordado que en el momento del parto la matrona "en ningún momento avisó al ginecólogo de la bajada de pulsaciones" ni se decidió a actuar, por lo que cuanto más tiempo pasaba "mayor daño neuronal" se causaba al bebé. Por ello, se ha preguntado "por qué la matrona no realizó el expulsivo o solicitó la presencia del ginecólogo".

Todo iba bien

El padre del bebé, José, de 32 años, ha advertido de que, además, antes de entrar al paritorio todo iba "perfecto" y, al ingresar en la clínica, "la matrona monitorizó" a su mujer "y nos dijo que nos tranquilizásemos y que avisaba al anestesista, pero él no estaba" en el quirófano, ha señalado.

Así, "hasta ese momento todo funcionaba perfectamente", ha relatado el abogado, para indicar que el problema fue que cuando apareció la bradicardia "nadie dijo que pasaba algo y no avisaron al ginecólogo". De hecho, cuando terminó el parto, en lugar de dejar a los padres que vieran a la niña, se la llevaron al pediatra y "eso marca que sabían que había ocurrido algo", ha aseverado Agóiz.

"Mi hija salió morada, casi negra", ha indicado José, al remarcar que eso "es algo que no se me olvidará y tampoco el llanto desgarrador de mi mujer" en ese momento, cuando "en cuestión de minutos tu ida es normal y se complica".

"Ni con 800.000, ni con 8 millones de euros, nadie nos podrá reparar el daño sufrido desde que nació la niña" porque tampoco "nadie nos dio una explicación racional" de lo ocurrido y, mientras el bebé era atendido en el hospital Infantil, se perdieron papeles y "la única explicación que nos dio la matrona (de la clínica privada en la que nació) fue que no nos diésemos mal, que las cosas ocurren y las estadísticas están para cumplirlas", ha lamentado José.

Asimismo, el equipo médico que atendió el parto "se desentendieron completamente de nosotros" y los padres no recibieron "ni una llamada, ni un lo siento, ni tener la dignidad de dirigirse a nosotros".

Una catástrofe

El padre ha continuado explicado que acudieron a los médicos privados porque "se supone que todo marchará mejor" durante el parto, pero lo ocurrido "era perfectamente evitable", una "catástrofe" que desde enero de 2010 ha llevado a esta familia a emprender una continua "lucha" por su niña.

José ha recordado que en la UCI del Hospital Infantil, en esos primeros días, "recibimos cariño y nos trataron como personas, como a seres humanos". Los sanitarios del centro público "te animan y te dicen que lo que ha ocurrido con tu hija no es una estadística", si bien la idea de demandar "salió de nosotros".

Respecto a la indemnización acordada, el abogado Ricardo Agóiz ha detallado que lo habitual en estos casos es recibir una cifra de entre 650.000 y un millón de euros y, para este caso, "hice un cómputo de gasto" de lo que los padres podrían necesitar, pero aunque "parece mucho dinero, sinceramente no lo es".

En este mismo sentido, José ha reconocido que "no sabemos" si esta cantidad será suficiente, dado que el bebé, ahora de 18 meses, necesitará tratamiento y asistencia médica para "toda la vida". Los padres están "desmoralizados", porque "ningún médico nos garantiza si la niña recuperará visión, si podrá andar o si podrá comer por sí sola" alguna vez.

"No se si será suficiente, pero en estos casos toda ayuda es poca" y aunque "suena a mucho, esto no es una lotería" y "te recorres lo habido y por haber para tratar de darle la calidad de vida que se merece", ha afirmado el padre.

De esta forma, tras acordar una indemnización, el proceso judicial continua para esclarecer la responsabilidad penal de la matrona y el ginecólogo. En caso de que se determine que cometieron un delito podrían incapacitarlos para el ejercicio durante un plazo de tiempo.

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