La Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Urbanismo del Gobierno de Cantabria ya tiene cerrado su organigrama, en el que cobran gran peso las competencias relacionadas con el urbanismo.

De hecho, una de las prioridades del equipo que encabeza Javier Fernández, —que era director del Servicio Jurídico del Ayuntamiento de Santander antes de ser nombrado consejero— es precisamente solucionar el problema de los derribos, que afecta a más de medio millar de viviendas de la región.

En cuanto al resto de cargos, Pedro Nalda es el nuevo director de Gabinete del consejero, mientras que Ana María García-Barredo está al frente de la Secretaría General de la Consejería.

Además, Emilio Flor será a partir de ahora el director general de Medio Ambiente; Fernando Silió de Ordenación del Territorio y Evaluación Ambiental Urbanística; y Fernando José de la Fuente Ruiz de Urbanismo, según han indicado fuentes de la Consejería a Europa Press.

De este modo, desparece la Dirección General de Obras Hidráulicas como tal, ya que estas competencias dependerán directamente de la Dirección de Medio Ambiente.

Finalmente, María Luisa Pérez y Rafael Canales seguirán, de momento, al mando de la empresa MARE (Medio Ambiente, Agua, Recursos y Energía) y del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA), ya que los cambios en ambas entidades se nombran en las reuniones rectores del CIMA y en el Consejo de Administración de MARE.