La Associació Valenciana de Crítics d'Art (AVCA), Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló (AVVAC), el Consejo de Críticos y Comisarios de Artes Visuales y el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) consideran una "intromisión política en la vida cultural de la Comunitat Valenciana" el nombramiento de la ex directora general de Patrimonio Cultural valenciano, Paz Olmos, como directora del Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia.

Estas asociaciones, que representan a más de 600 profesionales, han destacado en un comunicado conjunto que la Generalitat Valenciana, al designar de este modo a quien asumirá la dirección del Museo de Bellas Artes de Valencia, "incurre en lo que consideramos una nueva intromisión política en la vida cultural de la Comunidad Valenciana, que impide el nombramiento de un profesional idóneo para ocupar la dirección de la que está considerada como segunda pinacoteca del estado español".

La persona designada por el órgano político, Paz Olmos, "no reúne la experiencia, la formación académica, ni los conocimientos que habrían de legitimarla al frente de esa alta institución museística", han lamentado.

En este sentido, han hecho hincapié en que su elección, "cuyo objetivo subraya únicamente su sentido político", se suma "a la lista de otras designaciones, en manos de personas con nula experiencia ni formación en comisariado o investigación en teoría e historia del arte".

Asimismo, han indicado que "a pesar de que algunas voces califican a la nueva directora como una buena gestora", la dirección de un museo "se debe llevar a cabo por profesionales que puedan marcar las pautas de una programación coherente y de calidad, así como labores de conservación, incremento e investigación de sus colecciones". "La gerencia y la administración son labores complementarias a la dirección, pero el perfil profesional requerido es muy diferente", han resaltado.

La AVCA, AVVAC, el Consejo de Críticos y Comisarios de Artes Visuales y el IAC interpretan esta decisión del Ejecutivo valenciano como "un gesto de desprecio hacia la formación, el conocimiento y la valía de los numerosos profesionales capacitados que podrían optar a ocupar un cargo de tanta relevancia intelectual".

Mediante la designación de Paz Olmos, consideran que "se ha negado a los intelectuales preparados el acceso público a un concurso, conforme al Código de Buenas Prácticas, mediante el que poder realizar el nombramiento que mejor convenga a los intereses culturales de la sociedad".

"Al principio de la democracia española, los más prestigiosos profesionales eran llamados a desempeñar cargos políticos para contribuir a la evolución de la sociedad y la mejor gestión de lo público. Ahora algunos políticos quieren ocupar los lugares de excelencia intelectual que, como consecuencia, le son negados a los profesionales", han denunciado.