CCOO afirma que la reforma laboral no reducirá la temporalidad y que no satisfará a ninguna de las partes

El secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, reconoció hoy que la reforma laboral que están ultimando los agentes sociales y el Gobierno servirá más para "sanear" el mercado de trabajo que para reducir la temporalidad.

Aunque Lezcano opinó en rueda de prensa que la reforma "será posible", advirtió de que "lo más probable" es que "no satisfaga a nadie", aunque tendrá "un denominador común" suficiente "para contentar a todos".

Pese a que el principal objetivo de la reforma laboral era reducir la temporalidad del 33,77 por ciento, para lo que se han propuesto diversas medidas, Lezcano explicó que la rebaja de esta tasa "no radica tanto en lo que se pacte en esta negociación como de que se aprueben cambios en el modelo productivo de España".


En su opinión, para reducir la temporalidad es necesario
cambiar las bases del crecimiento económico de España e invertir más en capital humano y en investigación, desarrollo e innovación.

Ahora, la letra pequeña

En cuanto a la negociación en sí, Lezcano aseguró que las tres partes han conseguido cerrar los cuatro bloques temáticos que irán en el documento, aunque ahora hay que decidir "la letra pequeña".

Lezcano afirmó que la patronal es, posiblemente, la más "beligerante" de la mesa, si bien, advirtió al Gobierno de que es el que "tiene que asumir el liderazgo y ponerle un poco más de ganas si quiere rentabilizar la foto".

Preguntado por la posibilidad de que las tres partes puedan cerrar un acuerdo en los próximos días o semanas, Lezcano respondió que "el deporte nacional es confundir los deseos con la realidad" e insistió en que, aunque se ha avanzado mucho, "no sería justo dar una imagen de que está todo desbloqueado" porque no es así.

La reforma de la protección social, por otro lado

En cuanto a la negociación para la reforma de la protección social, Lezcano explicó que esta mesa y la de trabajo tienen "dinámicas propias", aunque los dos procesos "van a un ritmo bastante parejo" y la intención es poder llegar a algún tipo de acuerdo en las dos mesas "en el entorno del Primero de Mayo".

De hecho, aunque la mesa de la reforma de las pensiones comenzó con serias diferencias entre las partes, el Gobierno ha retirado de su documento de propuestas "las cuestiones más negativas, las que suponían recortes de la protección social".

Por eso, una vez retirados estos aspectos, "se han desbrozado los principales obstáculos" del texto, como los cambios para acceder al complemento de mínimos y para jubilarse antes de los 61 años.

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