El alcalde de Ribeira de Piquín, Severino Díaz Fernández, ha asegurado que el fuego que por el momento permanece "descontrolado" en este municipio, "no pone en peligro" las casas de los vecinos y ha confiado en que su dirección cara el río Rodil pueda suponer su extinción. En total, ya ha calcinado unas 80 hectáreas, según han confirmado a Europa Press fuentes de Medio Rural.

Además, el regidor de este municipio lucense ha atribuido el inicio de este incendio, que también afecta con un foco al vecino ayuntamiento de A Fonsagrada, a una descarga eléctrica caída entre la medianoche del y la una de la madrugada de este lunes.

En declaraciones a Europa Press, el alcalde de Ribeira de Piquín ha indicado que "sigue ardiendo el monte" porque, entre otros factores, "es imposible acceder" a la zona que está ardiendo, si bien ha esperado que su evolución hacia el río permita que pare, tal y como le han indicado los técnicos.

Estos factores que complican el acceso han sido ratificados, asimismo, por Medio Rural, que ha explicado a Europa Press que el fuego se sitúa en una pendiente, lo que "complica el acceso" con medios terrestres, aunque sí se está trabajando con los aéreos. No obstante, la consellería ha indicado que por la noche, los medios que trabajan desde el aire tienen que retirarse.

Se volvió a descontrolar

Severino Díaz ha explicado que el fuego estaba controlado sobre las 13.00 horas de este lunes, pero luego cambió el aire y se volvió a "descontrolar", a lo que hay que sumar las "dificultades" para acceder a él.

El regidor de este municipio lucense, que ha indicado que se desconoce el origen exacto de este foco, pero que comenzó en una zona de árboles y hierbas, ha indicado que también afecta a una "zona protegida" por Red Natura.

En la extinción de este fuego trabajan tres técnicos, seis agentes, nueve brigadas, siete motobombas, dos palas, tres aviones y nueve helicópteros. Trabajan medios de la Xunta, del Ministerio de Medio Ambiente y de la Unidad Militar de Emergencias (UME).