Jean-Baptiste 'Battitu' Coyos ingresa en Euskaltzaindia como académico de número

La localidad vascofrancesa de Maule ha acogido este sábado el acto de ingreso en Euskaltzaindia de Jean-Baptiste 'Battitu' Coyos como académico de número, cuyo nombramiento fue acordado por la academia el 26 de noviembre de 2010.
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EUROPA PRESS
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La localidad vascofrancesa de Maule ha acogido este sábado el acto de ingreso en Euskaltzaindia de Jean-Baptiste 'Battitu' Coyos como académico de número, cuyo nombramiento fue acordado por la academia el 26 de noviembre de 2010.

Después del saludo inicial del alcalde Michel Etchebest y la intervención del presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia, Coyos ha accedido a la sala acompañado de los académicos Jean-Louis Davant y Xarles Videgain, para dar lectura a su discurso de ingreso, titulado 'Euskararen bi dikotomia', según ha informado Euskaltzaindia.

Por su parte, la réplica ha corrido a cargo de Txomin Peillen, con un discurso titulado 'Mintzo haren ohoreagatik'. El pasado, presente y futuro del euskera en Zuberoa ha sido el hilo conductor de ambas intervenciones.

En el caso concreto de Coyos, ha venido a ubicar en este territorio dos dicotomías que, según su parecer, "condicionan la visión que tenemos del idioma": Euskaldun berri y euskaldun zahar, euskera batua y dialecto. Se trata aparentemente de conceptos contrapuestos que él ve "como las dos caras de una misma moneda, que se retroalimentan, ya que una no es nada sin la otra".

Se ha referido a lo que supone cada una de esas condiciones, y también los "sufrimientos" que trae consigo. Los euskaldun zahar, "que han sentido que su habla no tenía valor" y los euskaldun berris, "que piensan que nunca serán del todo euskaldunes".

En medio de todo ello, abriendo un espacio de reflexión sobre la transmisión del idioma, ha constatado que en las últimas décadas se ha producido un retroceso. "Es necesario investigar por qué ocurre, si queremos asegurar un futuro para el euskera", ha señalado.

En el contexto del País Vasco francés, ha identificado este fenómeno con la idiosincrasia propia del estado francés: "Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, esta pérdida asociada a un nuevo entorno económico-social, en mayor o menor medida, ha ocurrido en aquellos territorios que tienen una lengua propia".

Coyos ha insistido en la necesidad de abordar de forma sistemática el decrecimiento de las lenguas minorizadas, "no solamente desde la sociolingüística y la psicolingüística, sino abordando también los aspectos económicos y sociales que explican esta pérdida. Es una herramienta imprescindible para recuperar el euskera en el ámbito familiar".

Respecto a la dicotomía dialecto/batua, Coyos ha defendido la idea de este último como "una herramienta imprescindible para poder entendernos".

"El contexto nos lleva a utilizar uno u otro, pero para comunicarnos con euskaldunes de otros territorios necesitamos de un nexo común. La opción es simple, o euskera batua o no habrá euskera", ha señalado.

Txomin peillen

En su discurso de réplica, Txomin Peillen ha recordado la labor desarrollada por Coyos, identificándolo como continuador de una tradición que viene del siglo XIV, de dejar testimonio de la presencia del euskera en este territorio, un cometido que ha calificado de imprescindible: "Muchos hablan de la belleza de nuestro idioma, pero no son pocas las bellas lenguas que se han perdido, y por ello depende de nosotros cuidarla y mantenerla".

Peillen se ha referido a los trabajos de investigación del académico de Maule, principalmente a Xiberotarra zuberera, le dialecte basque souletin, para reforzar una de las principales ideas del discurso de Coyos: "El dialecto y el batua no son enemigos, cada cual tiene su espacio propio".

Siguiendo los contenidos del libro, Txomin Peillen ha realizado un somero repaso de la situación del euskera en Zuberoa, su evolución, sus formas propias y la influencia recibida de otras lenguas.

Asimismo, Peillen ha considerado que no se puede apostar más que por la pervivencia de esta vieja lengua. "Hace un siglo Reclus decía que el euskera desaparecería en el siglo XX, y Vinson adelantó que este idioma lo hablaría menos de 300.000 personas. Hemos ganado cien años, nuestro idioma subsiste, como un viejo que se resiste a morir, como un joven que quiere seguir vivienda. Como decía Egiategi, nos corresponde sostener el honor de nuestro idioma. Que así sea"", ha expresado.

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