Greenpace lanza este sábado una campaña en la que los grupos de voluntariado de la organización ecologista saldrán a la calle para informar a los ciudadanos sobre los impactos de la pesca de arrastre de profundidad, una práctica que califica de "crimen perfecto oculto en el fondo de los océanos".

Según informa Greenpeace, los voluntarios llevarán a cabo sus acciones en 14 ciudades españolas como La Coruña, Albacete, Barcelona, Madrid, Málaga o Valencia, así como en 22 localidades francesas. En las ciudades españolas, invitarán a los consumidores a investigar el método de pesca, su origen y cómo se presenta el pescado de tres de las especies de profundidad presentes en la mayoría de los supermercados: fletanes, gallinetas y rapes.

"Los voluntarios también animarán a los consumidores a que pidan a los supermercados que no sean cómplices de la destrucción y que dejen de vender estas especies, ofreciendo sólo aquel pescado que haya sido capturado con métodos selectivos, más sostenibles", explica la entidad ecologista.

Asimismo, denuncia que la pesca de arrastre es "tan poco selectiva que se compara con la deforestación de un bosque entero para la utilización de unos pocos árboles". En este sentido, advierte de que esta práctica de pesca realizada a profundidades de entre 400 y 2.000 metros de profundidad "arrasa los colares de aguas frías que forman bosques submarinos llenos de vida".

La responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace, Paloma Colmenarejo, ha denunciado que "en los profundidades de los océanos, invisible a los ojos de las personas, se está cometiendo el crimen perfecto y aunque nadie lo ve, se están destruyendo los fondos marinos con las redes de arrastre".

"Por eso hemos salido a la calle, para hacer esto visible e informar a los consumidores y a los supermercados de la destrucción que causa este método de pesca y para pedirles que no sean sus cómplices", ha añadido. A su vez, ha comentado que a la hora de elegir el pescado que se compra "hay que escoger aquel cuya captura no haya supuesto la destrucción de un hábitat que tardará muchos años en recuperarse".

"Ahora Europa puede parar esta destrucción incluyendo en su reforma de la Política Pesquera Común la eliminación de la pesca de arrastre de profundidad", ha concluido.