La jefa del Área del Observatorio de Salud de las Mujeres, Rosa María López; el director del Centro de Estudios de la Condición Masculina, Luis Bonino, y la médica de Atención Primaria del Centro de Salud del Zapatón, Marta Barreda, han coincidido en señalar que la violencia de género es "un problema de salud pública", y han considerado necesario que esa idea "cale" entre los profesionales sanitarios.

Durante su intervención en una mesa redonda dentro del Encuentro 'La atención a la violencia de género en los sistemas de salud: experiencias internacionales' organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), los tres expertos señalaron que la violencia de género tiene un impacto "negativo" sobre la salud de la mujer y "es una causa de alarma y sensibilización social".

En la presentación de la mesa, el director general de Salud Pública del Gobierno de Cantabria, Santiago Rodríguez, recordó que en la lucha contra la violencia de género es "imprescindible" una sensibilización entre los profesionales de atención sanitaria para "romper barreras" y acabar con los "condicionantes educativos" y "prejuicios" que todavía existen.

En este sentido, la directora del encuentro, Rosa María López, defendió la importancia de una detección precoz e insistió en la importancia de contar con un apoyo asistencial y un protocolo sanitario que sea "útil" para profesionales y víctimas. López recordó que España cuenta con un protocolo "ejemplar" que se ha convertido "en la joya de la corona del Sistema Nacional de Salud".

La directora consideró "relevante" la coordinación de las actuaciones que se están llevando a cabo en el territorio español, por lo que valoró como "muy positivo" el intercambio de experiencias entre las distintas comunidades autónomas.

Por su parte, el también consultor experto del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer, Luis Bonino, manifestó que "la violencia de género es un problema de los hombres que sufren las mujeres". Una realidad, dijo, "que hace necesario visibilizar el conflicto para no generar impunidad".

Para superar los obstáculos a los que se enfrentan los profesionales sanitarios en la detección de la violencia contra las mujeres, Bonino recomendó ampliar la formación "con perspectiva de género". Además, en su opinión, se debe ver a los hombres que maltratan "como a un elemento tóxico de la sociedad".

Cantabria pionera

La doctora Barreda expuso la experiencia cántabra, que ha convertido a esta Comunidad Autónoma en una "pionera" en el estudio de la violencia de género y ha marcado "el camino" a otros territorios.

La médica de Atención Primaria defendió el método que se está utilizando en Cantabria, denominado 'screening', y mediante el cuál los médicos de familia preguntan a todas las pacientes, "de forma rutinaria", si sufren o han sufrido maltratos y no sólo, como ocurre en otras regiones, "cuando observan síntomas de riesgo".

Con este sistema, según Barreda, se consigue diagnosticar un mayor número de casos de maltrato y, además, se ayuda a sensibilizar a las mujeres y a aumentar la conciencia social de "tolerancia cero" al maltrato.

Para Barreda, se ha conseguido que "el problema del maltrato, antes oculto, ahora empiece a aflorar". Así, esta técnica ha permitido conocer que, hasta febrero de 2011, 2.415 mujeres cántabras han sido maltratadas y, de ellas, "un 27 por ciento sufre esta violencia en la actualidad".

La médica señaló que en la mayoría de las mujeres que sufren maltrato se dan patologías médicas, sobre todo, "ansiedad y depresión". Apuntó también que la mayoría de las víctimas consume medicación, "incluso las que no soportan actualmente violencia".