El IAPH restaura una de las terracotas "más relevantes" del Renacimiento andaluz

La pieza ya restaurada se puede ver en la sede del Instituto hasta el día 22 de julio, de lunes a viernes en horario de 9,00 a 14,00 horas

El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (Consejería de Cultura) finaliza la restauración de la pieza 'San Jerónimo penitente', altorrelieve del siglo XVI realizado en terracota y perteneciente al Patronato de Arte de Osuna (Sevilla). Se trata de una de las más importantes piezas en terracota del Renacimiento andaluz y la primera de estas características restaurada por el IAPH.

Según se indica en nota de prensa, 'San Jerónimo penitente' destaca como terracota por su tamaño. De casi dos metros de anchura y un peso superior a los 300 kilos, la pieza representa uno de los episodios de la vida del santo: su retiro en el desierto Sirio de Calcis. La obra es anónima aunque la historiografía tradicional lo ha vinculado con diferentes artistas, especialmente con Perrín, escultor de origen francés.

Originalmente, la pieza se configuró como uno de los retablos del panteón ducal. La recuperación de la obra por el IAPH es fundamental para entender la complejidad del panteón como lugar de enterramiento del IV Conde de Ureña y como forma de perpetuar su linaje en el tiempo.

Asimismo, los análisis químicos y mineralógicos realizados en el IAPH con ocasión de la restauración apuntan que las arcillas empleadas en esta pieza son compatibles y similares a las locales sevillanas, margas azules del Mioceno que afloran en el valle del Guadalquivir.

Estado inicial

La pieza llegó al IAPH procedente de la Iglesia del Santo Sepulcro de Osuna, donde desde los años 90 se conservaba desmontada por peligro de desplome de su lugar de ubicación, una hornacina de yeso con policromía y dorado.

A su llegada a los talleres del IAPH, presentaba un preocupante estado de conservación debido a graves problemas de humedad de la hornacina. Este estado de conservación estaba agravado por una ejecución original de la pieza deficiente, tal y como ha puesto de manifiesto la intervención del IAPH, ya que esta terracota en su fase de cocción no alcanzó la temperatura suficiente para obtener una resistencia adecuada. La cocción no fue además uniforme, por lo que hoy se contempla un relieve abarquillado, no del todo plano.

La pieza se encontraba además totalmente fragmentada. Exactamente estaba repartida en unos 50 fragmentos, todos los cuales aparecían exfoliados y con grietas, alteraciones debidas entre otras razones a las supuestas reubicaciones de la obra, que no han podido ser constatadas. En general, la policromía, realizada al óleo, se había perdido en un 20 por ciento aproximadamente, principalmente a causa de la humedad que le aportaba la hornacina.

En cuanto al material lignario o marco dorado de la terracota, también contaba con pérdidas y depósitos. Este material ha sido sometido a un tratamiento de limpieza, asentamiento de dorados, recuperación y reintegración. Sus cortes y entalladuras dejan abierta la posibilidad a que este marco fuera en origen adaptado de una tabla pictórica.

Respecto a la restauración, principalmente se ha centrado en dar consistencia al soporte. El tratamiento de consolidación de los fragmentos se ha realizado con resinas acrílicas por inmersión que garantizan la resistencia, pero no otorgan peso añadido a la pieza. Esta operación ha servido a su vez para consolidar la policromía de la terracota.

La unión de los numerosos fragmentos ha dado como resultado la recuperación de 15 placas que forman este altorrelieve desde su origen. Además, cada placa se ha reforzado por su parte posterior con una malla de fibra de vidrio con paraloid B-72, para consolidar y ofrecer más solidez al soporte.

Previamente a esta intervención de consolidación, se ha realizado una limpieza con geles, para eliminar la capa de enmugrecimiento y suciedad compuesta de polvo y cera en su práctica totalidad. También se han retirado otros productos que se aplicaron en el tiempo con la intención de ir conservando la pieza. Esta limpieza ha permitido recuperar el color original de la policromía de la terracota.

Las líneas de unión entre placas se han sellado con templum estuco, material de resina. La reintegración volumétrica ha sido mínima, sólo necesaria en un relleno de escasos centímetros. Finalmente se ha realizado una integración colorímetrica a base de veladuras con acuarela y otros materiales neutros y reversibles, que facilitan la lectura de la obra restaurada.

Montaje autoportante

La intervención del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico ha incluido también la elaboración de un montaje autoportante para anclar las diversas placas. Esta estructura se compone de una estructura de acero galvanizado, un soporte ligero de aerolam y una capa de poliestireno que sirve de aislante entre el soporte ligero y la terracota.

Para fijar las placas se ha aprovechado la existencia de los agujeros originales que sirvieron en su anclaje primigenio. El sistema de sujeción está planteado con tornillos de acero inoxidable con expansión que permiten el movimiento natural de la pieza.

Por último, antes de ser trasladada a Osuna, la terracota San Jerónimo penitente ya restaurada se puede ver en la sede del IAPH en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla hasta el día 22 de julio, de lunes a viernes en horario de 9,00 a 14,00 horas.

La restauración se ha llevado a cabo por encomienda de la Dirección General de Bienes Culturales, con un coste de 40.418 euros y una duración de 14 meses.

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