Cerca de un tercio de los suelos de Málaga sufren pérdidas de segmentos y están afectados por el exceso de erosión. Concretamente, el 32,6 por ciento de la superficie de la provincia registra tasas muy altas o altas de erosividad, lo que se traduce en una limitación de la capacidad productiva de los territorios.

Este dato sitúa a la provincia andaluza como la más afectada por este riesgo medioambiental a nivel regional, registrando unas tasas muy altas de erosión en el 19,6 por ciento del territorio y altas en el 13 por ciento. En contraposición, el 25,6 por ciento perdió segmentos de forma moderada y el 41,7 registró tasas bajas.

Así lo afirman los datos extraídos del Informe Medioambiental de Andalucía de 2010 elaborado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. En él, se detallan los últimos datos registrados de la erosión de los suelos correspondientes al año 2009.

Málaga superaría en un 30 por ciento la media normal, elaborada con la media de referencia entre los años 1992-2008; y registraría el doble de la media regional de pérdidas altas y muy altas, cifrada en un 16,6 por ciento.

El estudio señala que las zonas más afectadas por este fenómeno serían la Axarquía y el noroeste provincial, aunque se aclara que "el aumento es generalizado en toda el territorio". Este incremento del riesgo ambiental derivado de la fuerte erosión del suelo se habría producido "a consecuencia de la intensidad de las precipitaciones registradas en la franja costera de Málaga".

Según el informe, este fenómeno "es uno de los riesgos para el medio ambiente más importantes y extendidos". Si no se corrige, "limita su capacidad de producir biomasa con fines productivos o como soporte del medio natural y primer eslabón de la cadena alimentaria",

ESTUDIO

Las conclusiones de este estudio se han obtenido a través del análisis de seis variables de control: la capacidad erosiva de la lluvia, la protección del suelo que proporcionan las cubiertas vegetales, la adopción de prácticas de conservación de los suelos, longitud de la pendiente e inclinación de la ladera, según se detalla.

La Consejería de Medio Ambiente ha obtenido los datos a través de la Red de Información Ambiental de Andalucía, que ha hecho un seguimiento anual de la evolución e incidencia de la erosión de la región.