La Fundación Pro-AVE considera "imprescindible" la puesta en marcha del Corredor Mediterráneo para la mejora de la competitividad, el desarrollo económico y sostenible de Europa y el avance en la cohesión social y la integración comunitaria.

La entidad que presidente Federico Félix ha elaborado un informe en el que explica que las autoridades europeas deben tener en cuenta las ventajas que puede suponer el Corredor Mediterráneo, porque la Unión Europea "nació con el objetivo de crear un espacio económico fuerte y competitivo en un mundo cada vez más globalizado".

En concreto, recuerda que los objetivos de organización supranacional fueron integrar la economía y la sociedad europea, mejorar la competitividad y conseguir un desarrollo sostenible.

"Pesa a que el Corredor Mediterráneo contribuye a todo ello, la miopía de los que han dirigido la política ferroviaria europea impidió, que a principios de los 2000, tan importante infraestructura fuera incluida en la Red Básica de Ferrocarriles Europeos", lamenta.

Por lo que se refiere a la competitividad, Pro-AVE indica que los costes de transporte son, en la actualidad, uno de los principales componentes del coste final de cualquier producto, de modo que "su impacto en la competitividad de muchos productos es superior al de la mano de obra. "De ahí que toda mejora incida sensiblemente en la competitividad de las economías", subraya.

La fundación hace hincapié en que el Corredor Mediterráneo "es el camino más corto y fácil para el tránsito de mercancías entre Europa, Asia y África que circulan por el Mediterráneo, y añade que un buen acceso ferroviario, en ancho europeo, de los puertos del Mediterráneo español permitiría ahorros "significativos" del tiempo de desplazamiento y costes de tránsito.

En cuanto a la integración comunitaria, explica que uno de los objetivos de la Unión Europea es "conseguir un desarrollo más equilibrado en lo espacial y mayor cohesión social. Al respecto, subraya que el Corredor Mediterráneo "no solo mejoraría la competitividad en la economía europea, sino que contribuiría a reforzar la reactivación de la economía española y elevar los niveles de renta de regiones relativamente atrasadas y más afectadas por la crisis".

En esta línea, la Fundación Pro-AVE añade que la construcción de esta infraestructura supondría que una parte del tráfico actual de mercancías entre Europa y Asía se desviase a los puertos del Mediterráneo español y de Italia. "El efecto economía se vería ampliado por el crecimiento de la actividad logística e industrial que impulsaría la reducción de costes de transporte de los productos del Arco Mediterráneo", dice sobre este asunto.

Por lo que se refiere al desarrollo económico y sostenible de Europa, esta entidad apunta que el Corredor Mediterráneo tiene "otra misión fundamental", que es "ahorro energético y sustitución de las energías fósiles por las renovables".

Pro-AVE considera que si los responsables de la Unión Europea son "consecuentes" con los objetivos que guían la política comunitaria, "tendrán que enmendar el grave error cometido hace algunos años, al no introducir el Corredor Mediterráneo en la Red Básica de los ferrocarriles europeos". MOVILIZACIÓN

Pero la asociación cree que esto no se producirá, por lo que, asegura, "tendremos que movernos, responsables públicos, organizaciones empresariales y sociedad civil española y valenciana, para hacerles ver lo inconsecuente de no hacerlo".

Según la entidad que encabeza Federico Félix, "nos jugamos el futuro de la economía valenciana, el liderazgo de nuestro sistema logístico-portuario y muchos empleos, como para no hacer todo lo que esté en nuestra mano".