El corazón nos sigue matando

Las enfermedades cardiovasculares fueron la primera causa de muerte en España en 2004, ya que fueron las responsables de una de cada tres defunciones, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.Dentro de este grupo, las enfermedades isquémicas del corazón, como el infarto agudo de miocardio, fueron la primera causa de muerte entre los hombres (21.898 defunciones), mientras que para ellas las principales causas fueron las enfermedades cerebrovasculares (20.049).

En 2004 se produjeron en España 371.934 defunciones, 12.894 menos que las registradas un año antes.

La tasa bruta de mortalidad se situó en 871,2 fallecidos por cada 100.000 habitantes, lo que supone un descenso del 4,9% respecto a 2003, cuando la tasa subió por la ola de calor que asoló el país.

Tumores

Los tumores se mantuvieron en segundo lugar, como responsables del 27% del total de fallecimientos, de hecho, en 2004 causaron 100.485 defunciones.

Entre las mujeres, el cáncer de mama volvió a ser el más significativo, con 5.833 muertes, un 1,4% menos que el año anterior.

El cáncer de bronquios y pulmón, primero en importancia en los hombres, continuó su

tendencia creciente con 16.632 fallecidos, un 0,7% más, aunque  continuó incrementándose mucho más en las mujeres, con 2.433 defunciones, un 7,6% más.

El segundo tipo de cáncer en importancia de los hombres fue el de próstata, con 5.694 fallecidos, un 1,6% más que en 2003.

Accidentes de tráfico

Los accidentes de tráfico fueron responsables de 4.867 muertes, un 11,2% menos que en 2003.

Otro dato destacable es la fuerte reducción de la mortalidad por accidentes de tráfico en el grupo de edad de 15 a 29 años.

Por comunidades

La mortalidad está directamente relacionada con el envejecimiento de la población y así lo

reflejan los datos por comunidades autónomas.

En el año 2004 las tasas más elevadas de fallecidos por cada 100.000 habitantes correspondieron a Asturias (1.184,4), Castilla y León (1.068,3) y Aragón (1.065,8).

Frente a estas comunidades, las tasas más bajas de fallecidos por cada 100.000 habitantes correspondieron a Canarias (663,4), Melilla (678,9) y Ceuta (687,6).

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