Representantes del sector agroalimentario español se han mostrado este miércoles en Santander "muy enfadados" y "decepcionados" con la actuación de la Comisión Europea en la crisis desatada por el brote de E.Coli en Alemania y consideran que tendrá que "revisar" las compensaciones aprobadas ayer ya que, a su juicio, están "muy lejos" de los daños ocasionados a España.

Así lo ha dicho el director general de Cooperativas Agroalimentarias, Eduardo Baamonde, en una rueda de prensa celebrada con motivo de su participación en el II Encuentro de la Industria Agroalimentaria ante los Consumidores que tiene lugar en la Universidad Internacional Ménendez Pelayo (UIMP).

A su juicio, la Comisión Europea "no solamente ha actuado mal" a la hora de liderar o coordinar una crisis que "desde el principio se saltaba todos los códigos de conducta sino también a la hora de arbitrar medidas, puesto que "no ha tenido en cuenta" el "impacto" de esta crisis en España, que ha sido el país "más perjudicado" con la crisis al dirigirse las sospechas de que el foco del brote provenía del campo español.

Ha asegurado que el sector español "no entiende" el comportamiento de la Comisión Europea ni de Alemania, que, según ha dicho, ha vuelto a "dar la espalda" a España al considerar suficientes las compensaciones previstas y votar a favor.

Sin embargo, Baamonde ha afirmado que "sigue confiando" en "el sentido común" y, por tanto, en la "revisión" por parte de la Comisión Europea de las compensaciones aprobadas y de la llegada de "nuevos paquetes" de ayudas.

El director general de Cooperativas Agroalimentarias ha señalado que tiene que ser el Gobierno español el que, "apoyado por alguno más de la UE", tendrá que reclamar, si bien, a su juicio, lo tendrá que hacer "a nivel del Consejo de Agricultura" de la Unión Europea que, según ha recordado, tiene "un poder superior al de la Comisión".

"La Comisión lo que tiene es que ejecutar pero para que pueda ejecutar bien tendrá que recibir instrucciones del Consejo de Ministros, que es donde vamos a poner intentar poner ahora mismo toda la carne en el asador", ha dicho.

En cuanto a las medidas de compensación aprobadas este martes por la Comisión Europea -con el voto negativo de España al considerarlas insuficientes- ha criticado que se dirijan únicamente a cinco productos concretos, como son el pepino, la lechuga, el pimiento, el calabacín y el tomate.

Ha explicado que, en el caso en España, la temporada de estos productos ya está prácticamente concluida y prácticamente no tendrá presencia este año en el mercado europeo por lo que, en lugar de compensar al país "más perjudicado", beneficiará a países como Holanda, Bélgica o Francia que inician la temporada de comercialización de estos productos ahora.

Alerta sanitaria

Por otra parte, ha recordado que la Comisión Europea es la "guardiana de los tratados" y era la encargada de "hacer cumplir" con la reglamentación comunitaria en una crisis en la que, según ha dicho, "la alerta sanitaria desencadenada por los alemanes se saltó a la torera muchísimos preceptos de la propia reglamentación".

En el mismo sentido, se han expresado otros dos de los participantes en el Encuentro, que comenzó el pasado lunes, el director general de Foro Interalimentario, José Ignacio Arranz, y el presidente de la Unión de Consumidores de Andalucia, Juan Moreno.

Concretamente, Moreno ha considerado que la crisis ha evidenciado lo "necesario" y "urgente" que es una "revisión de los sistemas de alerta en Europa" para modificar "cómo y cuándo se traslada una alerte".

Sin embargo, Arranz ha opinado que no se trata de modificar los sistemas de alerta sino "hacer cumplir" los que ya existen.

A su juicio, Alemania ha "obviado" en esta crisis los procedimientos de alerta establecidos. "Las reglas no están tan mal pero se las han saltado todas", ha dicho Arranz, quien es el director del Encuentro.

Ha criticado el "desaguisado" informativo desatado por los alemanes que, a su juicio, se han comportado en esta crisis con una "prepotencia" y una "frialdad pasmosas".

La reacción del gobierno

A preguntas de los periodistas sobre la gestión de la crisis que ha realizado el Gobierno de España y si su respuesta a las acusaciones que se estaban realizando desde Alemania ha sido la correcta, Baamonde ha opinado que éste ha hecho lo que el sector le estaba pidiendo: una "acción política, no una jurídica".

"El Gobierno español ha hecho lo que le pedíamos. Lo que no estamos satisfechos es con los resultados", ha dicho el director general de Cooperativas Agroalimentarias, quien ha opinado que el Ejecutivo tiene que seguir insistiendo para que haya nuevos paquetes de medidas compensatorias.

Sin embargo, ha señalado que ahora "confía mucho más" en que el sector agroalimentario español consiga recuperar su cuota de mercado, algo para lo que cuenta con la "madurez" de los consumidores europeos, más que en las medidas que vengan de Bruselas, si bien -ha dicho_desde el Gobierno "se va a seguir luchando".

La confianza del consumidor

Baamonde ha confiado en que el sector, una vez localizado el foco del brote de E.Coli, ajeno a España, tarde "relativamente poco" en recuperar la confianza del consumidor europeo.

En este sentido, ha explicado que el consumidor español no ha perdido "en ningún momento" de la crisis su confianza y el consumo "apenas se ha resentido", sí en otros países del entorno europeo.

Por su parte, el presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía ha calificado de "ejemplar" el comportamiento del consumidor español al mantener la confianza en que el problema desatado en Alemania no estaba en la producción de su país.

Sin embargo, el director del Encuentro ha advertido de que el "zambombazo" ha sido "muy fuerte" y al consumidor, que según ha dicho, es "enormemente susceptible" en lo que tiene que ver con la seguridad alimentaria, le han metido "una sombra en la cabeza".

Ha señalado que para recuperar su confianza, hay que hacer "muy bien los deberes", algo con lo que han coincidido también Moreno y Baamonde, que han abogado por mandar "permanentemente" un mensaje "accesible" y "veraz" entre los eslabones de la cadena productiva para que "no tengan nada que temer".